Barcelona y Real Madrid despiden el año del cambio de identidad

5810241wMadrid, 21 dic (dpa) – El Barcelona y el Real Madrid cerrarán mañana su participación en un 2013 vivido en medio de dos revoluciones: títulos, cambios de mandato, fichajes estratosféricos y hasta conflictos internos.

El equipo azulgrana se enfrentará al Getafe, mientras que los dirigidos por Carlo Ancelotti harán lo suyo ante el Valencia en la última jornada de la Liga española de fútbol en el año.

Mientras el Barcelona intentará mantenerse en lo más alto del certamen, el conjunto blanco tratará de reducir como sea la diferencia de cinco puntos que lo separa de su máximo rival.

«Es muy importante terminar el año no sólo en el primer puesto, sino con una actuación sobria. Espero seguir mejorando respecto a los últimos partidos», dijo el entrenador del Barcelona, Gerardo Martino.

Las diferencias entre el Barcelona del inicio del año y el actual son inmensas desde cualquier perspectiva.

A lo largo de la primera mitad del 2013, el Barcelona sufrió dos contratiempos inesperados que alteraron el plan de trabajo de su temporada: la prolongada ausencia del entonces entrenador Tito Vilanova y la seguidilla de lesiones de la estrella Lionel Messi.

El equipo de la Ciudad Condal supo defender la ventaja de la primera rueda del campeonato para adjudicarse el título de Liga, aunque quedó eliminado en las semifinales de la Liga de Campeones al recibir una paliza del Bayern Múnich.

Una vez pasada la mitad de año, Vilanova dio un paso al costado para dedicarse de lleno a la cura de su enfermedad y el encargado de asumir la herencia de los cinco años más exitosos de la historia del club fue el hasta entonces casi desconocido Martino.

El técnico argentino encontró muchas dificultades para encontrar el juego del equipo en la mitad inicial del año, casi no dispuso de Messi, aún afectado por las lesiones, y tuvo que gestionar la inclusión en la plantilla de un nuevo mega crack, como Neymar.

«Dejémonos de comparar con el pasado. No nos comparemos con el Barça de los seis títulos. Como dijo Vilanova, perderemos todas las comparaciones», afirmó el central Gerard Piqué.

Paradójicamente, el semestre inicial de la actual temporada encontró a un Barcelona relativamente cómodo en lo deportivo, líder en la Liga y en su grupo de Champions, pero con numerosos conflictos fuera del campo.

El más resonante ocurrió en la última semana, cuando el vicepresidente económico del club, Javier Faus, aseguró que no era necesaria una nueva renovación de Messi, quien respondió con dureza que el directivo «no sabe nada de fútbol».

El Barcelona se enfrentará mañana al Getafe con la idea de terminar en lo más alto de la tabla y mantener la buena diferencia sobre el Real Madrid.

El equipo blanco, por su lado, encontró paz interna en el último semestre y ahora le queda la única deuda de consolidar su estilo de juego.

El Real Madrid vivió una primera mitad de año revoltosa, con conflictos entre jugadores y cuerpo técnico, una dirigencia que no terminaba de encontrar afinidad con la plantilla y, para mal de males, sin ningún título en el final de temporada.

El ciclo de José Mourinho se terminó con una derrota en la final de la Copa del rey en casa y ante el Atlético de Madrid, con un Iker Casillas sentado en el banquillo y con una guerra declarada entre el entrenador y otros compatriotas como Cristiano Ronaldo y Pepe.

Así llegó Carlo Ancelotti, un hombre de perfil bajo y capaz de consolidar las relaciones en el equipo.

Con el entrenador italiano también arribó el galés Gareth Bale, convertido en el fichaje más caro de la historia del fútbol gracias a los 100 millones de euros (132 millones de dólares) que se pagaron por él.

«Estoy convencido de que vamos a jugar un buen fútbol y que vamos a ser un equipo muy, muy competitivo. El objetivo natural es ganar, pero esto no es una obsesión, sino una gran motivación», dijo el ex técnico del Milan en su momento.

El Real Madrid tuvo muchas dificultades en el inicio de la actual temporada, con resultados adversos inesperados y varios partidos en el que salvó el orgullo en los últimos minutos.

La paz futbolística se encontró una vez que Xabi Alonso volvió a los campos de juego, tras una pubalgia, y luego de que Cristiano Ronaldo se consolidara como el protagonista absoluto de la Liga española.

Ahora, el Real Madrid se preparará para recortar las distancias con el Barcelona y el Atlético y para mantener su sólida imagen en la Liga de Campeones, donde busca desesperadamente el décimo título de su historia.

El equipo blanco visitará mañana al Valencia, justo un año después de que Mourinho decidiera sentar a Casillas en el banquillo por primera vez por decisión técnica, en aquel famoso partido ante Málaga.

Desde entonces, el portero jamás recuperó la titularidad en el campeonato doméstico y su lugar fue ocupado con mucho criterio por Diego López.

Por Joaquín Cavanna