Madrid/Barcelona, 12 dic (dpa) – El desafío independentista de Cataluña ya tiene fecha: el jefe del gobierno de la región del noreste de España acordó hoy con los partidos soberanistas celebrar el 9 de noviembre de 2014 el referéndum de autodeterminación que rechaza por inconstitucional el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Artur Mas y el resto de los líderes de los partidos defensores de la consulta acordaron además qué se va a preguntar a los ciudadanos: «¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?» y, en caso afirmativo, «¿quiere que sea independiente?». Un paso este al que el jefe del Ejecutivo regional catalán atribuyó «trascendencia histórica».
Con la fecha puesta y las preguntas redactadas, Mas culmina el órdago soberanista que lanzó al gobierno de Rajoy hace algo más de un año. Y sitúa al jefe del Ejecutivo español ante la difícil situación de tener que mover ficha.
«Esa consulta no se va a celebrar. Es inconstitucional y no se va a celebrar». Pocas horas después del anuncio de Mas en Barcelona, Rajoy garantizaba en Madrid con estas palabras que no habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña.
«Como presidente del gobierno he jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes y por tanto les garantizo que esa consulta no se celebrará. Eso está fuera de toda discusión y negociación», dijo tajante en La Moncloa, donde rechazó cualquier posibilidad de negociación al respecto con Mas. «La soberanía del pueblo español no es negociable», manifestó.
Lo que no hizo fue decir cómo pretende impedir el referéndum, pese a la insistencia de los periodistas para que lo hiciera.
La Constitución española, en su artículo 155, permite al gobierno «adoptar las medidas necesarias» para obligar a una Comunidad Autónoma a cumplir con sus obligaciones constitucionales. Y entre esas medidas se incluye el estado de sitio.
«Permítanme que no entre en mayores detalles», se limitó a decir al ser preguntado por ello, en una rueda de prensa conjunta con Herman van Rompuy.
El presidente del Consejo Europeo reiteró allí que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea y expresó su respaldo a Rajoy en este tema. «Confío en que España permanecerá un país unido y confiable dentro de nuestra UE», dijo, antes de asegurar que siempre ha estado «en contra de todo tipo de separatismo».
En su rechazo a la consulta independentista Rajoy cuenta con el respaldo del líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. Mas conduce a Cataluña a «un callejón sin salida», dijo el líder del PSOE. «Lo que ha propuesto es un referéndum de autodeterminación con el que los socialistas no estamos de acuerdo».
Los cuatro partidos políticos catalanes que hoy pactaron la fecha y las preguntas del referéndum de autodeterminación suman 88 de los 135 diputados del Parlamento regional catalán. Se trata de CiU, el partido de Mas; de ERC, la formación que lo apoyó en la investidura; así como de los ecosocialistas de ICV y la pequeña CUP.
«Ahora esperamos un Estado español atento a esta mayoría tan sólida y a un pueblo que quiere votar», dijo Mas en su comparecencia en el Palau de la Generalitat. «Habrá tiempo de garantizar los marcos legales y los procedimientos democráticos».
A partir de mañana viernes los partidos que pactaron la consulta iniciarán un proceso para solicitar formalmente al gobierno español la transferencia de la competencia para celebrar referendos. Una transferencia que no tiene posibilidades de producirse tras las tajantes palabras de hoy de Rajoy. Entonces habrá que ver qué pasos decide dar Mas y cómo responde el jefe del gobierno español.
Cataluña, con 7,6 millones de habitantes, es la región más fuerte económicamente de España, aunque también es la que acumula una mayor deuda. El independentismo, siempre existente allí, se vio impulsado en los últimos años por la crisis económica y se convirtió en el principal problema político que Rajoy tiene sobre la mesa de la presidencia del gobierno español.
Las últimas encuestas muestran que la mayoría de los catalanes quiere que se celebre la consulta. Los sondeos publicados difieren sin embargo en el apoyo a la independencia, que se mueve según se trate de unos u otros entre el 31 y el 54,7 por ciento.
Las relaciones entre el gobierno español y el gobierno regional catalán se tensaron mucho desde que Artur Mas lanzó su reto soberanista de convocar una consulta en 2014.
Prueba de ello es cómo se disparó la tensión con un simposio histórico sobre las relaciones entre Cataluña y el resto de España que se inauguró hoy en Barcelona bajo el nombre «España contra Cataluña». El gobierno de Rajoy acusa al de Mas de fomentar el odio al país y su Partido Popular (PP) acudió junto a otros dos a la fiscalía al creer que puede ser constitutivo de delito.
Por Sara Barderas