Barcelona, 9 dic (EFE).- La mossa d’esquadra imputada por requerir a una vecina si había grabado escenas de la reducción del empresario Juan Andrés Benítez en el Raval ha justificado hoy que lo hizo por temor a que las imágenes fueran difundidas después por internet y utilizadas por grupos antisistema.
Según han explicado fuentes judiciales, la décima agente imputada por el caso ha declarado hoy ante la titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona, que investiga la muerte del empresario tras ser reducido por los Mossos d’Esquadra en el barrio barcelonés del Raval a principios de octubre.
La agente fue imputada por delitos de coacciones y obstrucción a la justicia después de que una vecina explicara a la juez que una mossa había subido al rellano de su casa y le había preguntado si había grabado imágenes de la reducción, ante lo que la testigo reaccionó borrándolas voluntariamente, sin que la policía planteara objeción alguna.
En su declaración de hoy, la agente ha dicho que subió al rellano donde vivía la testigo para averiguar quién estaba tirando objetos a la policía desde los balcones, dado que ella misma había recibido el impacto de un elemento «pequeño» que no ha precisado, por lo que llamó a los timbres del portal.
Cuando subía las escaleras del edificio, ha añadido, vio salir de su casa a una vecina con un móvil en la mano y, sin preguntarle en ningún momento por los objetos que sostiene que se estaban lanzando desde los balcones, le requirió si había grabado imágenes de la intervención policial que la testigo se dispuso a borrar inmediatamente.
La imputada, que se dirigió a la testigo desde unos escalones más abajo de su rellano, ha afirmado que esa fue su única intervención en relación con los vecinos del edificio y ha precisado que se marchó sin preguntar a nadie más si habían grabado imágenes o si habían arrojado objetos a los agentes.
Hoy ha declarado también ante la juez instructora una enfermera de una de las ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que intentó reanimar al empresario, después de que sufriera un paro cardíaco tras ser reducido.
La enfermera ha explicado que el hombre tenía la cara llena de sangre -«fresca», ha precisado-, hasta tal punto de que los contornos de sus facciones resultaban irreconocibles.
La alusión a la sangre «fresca» es relevante para la acusación ejercida por la familia del empresario -representada por el abogado David Aineto-, dado que reforzaría su hipótesis de que los golpes que Benítez presentaba en el cráneo se los habían causado los mossos y no el vecino con el que un rato antes se había peleado en plena calle.