Una corona de Adviento hecha en casa

Eine runde Sache - Den Adventskranz selberbindenPor Eva Neumann (dpa) – La Navidad y sus días previos no serían lo mismo sin las coronas de Adviento, un elemento decorativo central en muchos países. Comprarlas en la floristería puede resultar caro, ya que su elaboración requiere mucho trabajo. Pero quien quiera ahorrar dinero, también puede confeccionar la suya propia con ramas, frutos y semillas. El material sale casi gratis, pues casi todo se encuentra en el jardín

El núcleo de cualquier corona de Adviento es una estructura en forma de anillo. «Como base de una corona de Adviento podemos usar tallos frescos, suaves y largos, como por ejemplo de lúpulo, hiedra o vid, pero también de cornejo, sauce o ramas de abedul», afirma Brigitte Goss, asesora de jardinería alemana. También sirven las ramas de manzano, entrijo o tojo, así como hierbas altas, indica.

«Cuanto más largos y flexibles sean los brotes, más fácil será darles forma», dice Beate Walther, maestra de floristería. A quien le preocupe que su corona resulte más bien ovalada que redonda, puede usar un molde de tarta o un cubo como plantilla. Para ello, hay que colocar las ramas y atarlas con alambre.

Como alternativa, en las tiendas de artesanía se venden también anillos prefabricados de acero, corcho o paja. «Entonces, basta con trabajar con ramas verdes considerablemente más cortas», afirma Walther, al explicar las ventajas de los anillos prefabricados.

Una estructura básica confeccionada con ramas puede servir ya de por sí como guirnalda y no necesita un recubrimiento de otras ramas. De lo contrario, hay que recubrir de verde la forma redonda. «De entre las coníferas, el abeto y el ciprés resultan ideales», explica Goss.

Las ramas de los abetos se secan rápidamente, y las del abeto azul resultan muy espinosas. Muy decorativas son las ramas de árboles de hoja caduca, como la hiedra y la salvia.

Cuanto más pequeña sea la corona, más pequeñas deben ser las ramas. Deben colocarse de afuera a dentro, las más grandes afuera. Para atarlas, usamos alambre recubierto de verde o recocido en azul. «Este último tiene la ventaja de que se descompone con facilidad en la basura. Sin embargo, se oxida», dice Walther. Una vez se coloca una capa de ramas, la siguiente se coloca encima de manera que ya no se vea el cable.

Para decorar la corona podemos utilizar prácticamente todo lo que encontramos en el jardín. Sólo debemos tener algo de cautela con las bayas. «La mayoría de ellas no son comestibles o incluso son venenosas», afirma Dominique Ostheeren, de la Asociación de Floristas Alemanes.

Las piñas secas son muy fáciles de usar como decoración. Entre sus escamas se puede ocultar bien un alambre. Las nueces, bellotas o castañas se fijan con un alambre grueso o con pegamento caliente a la corona.

Las hortensias, semillas de equinácea purpúrea, bayas y frutos de clematis deben ser tratados previamente. «Una buena manera es dejarlas secar en papel de periódico», afirma Beate Walther. Quien las cosecha poco tiempo antes del Adviento, ebe dejarlas secar rápido, por ejemplo en la sala de calderas.

Bonitas pero poco adecuadas son las bayas de aligustre, así como las grandes caderas rosas. Pueden tomar humedad rápidamente. El spray para el cabello da brillo a las bayas y demás elementos decorativos. Además, frena el deterioro de la corona. Sin embargo, no se debe rociar con spray las ramas verdes.

Las bayas y otros adornos pequeños pueden incorporarse mejor a la corona atados en pequeños ramilletes. Con musgo se pueden formar bolas suaves y envolverlas con alambre o paja. Los pedazos de corteza se pueden fijar con palillos de dientes o pinchos. Esto también vale con frutos frescos, como manzanas pequeñas. «Si se las pincha con alambre, se oxidan ligeramente», dice Walther, señalando que eso es algo a evitar.

En la corona de Adviento se puede poner incluso hierba fresca o flores. «Para ello, se pueden ocultar entre las ramas pequeños tubos de ensayo» con agua, afirma Ostheeren, revelando un truco de los floristas.

El colofón de la corona son las velas. Lo más seguro es colocarlas en portavelas que se puedan clavar en la corona.