Los pisos de los atletas de los JJ.OO. de Londres tienen nuevos inquilinos

5763535wLondres, 30 nov (EFE).- Una pareja de recién casados y un hombre que acaba de salir del paro son los primeros inquilinos de los 2.800 pisos usados por los atletas en los Juegos Olímpicos de Londres en el este de la ciudad, zona regenerada gracias al evento deportivo.

En el verano de 2012, y durante casi un mes, miles de deportistas internacionales participantes en la cita olímpica de Londres residieron en los apartamentos de la Villa Olímpica, a escasos pasos del principal estadio de competición.

Quince meses después, cientos de ciudadanos han tomado el relevo a la elite deportiva y han empezado a trasladarse en una primera fase a 50 de estos modernos pisos, que tienen subvención oficial y cuya ocupación terminará a principios de 2014.

Estas viviendas han sufrido un lavado de cara, se han pintando las paredes, se han agrandado las habitaciones que en su día ocuparon los deportistas y se han instalado cocinas nuevas.

«Fui al estadio durante los juegos y saber que ahora estoy viviendo en la otra parte del parque es impresionante», reconoció Shardae Carr, que acaba de trasladarse a un apartamento que el año pasado fue ocupado por dos atletas americanos.

Se ha ido a vivir con su marido, con el que acaba de contraer matrimonio hace seis semanas, y paga un alquiler de 910 libras al mes (1.100 euros), una cifra que en un principio pensaba que «era demasiado buena para ser verdad».

Las inmobiliarias propietarias de los apartamentos ofrecen los alquileres a precios reducidos para los inquilinos con ingresos más bajos, a través de lo que denominan «tarifas intermedias» y que se sitúan sobre las 210 libras (251 euros) por semana, lo que supone una reducción del 30 % de los alquileres medios en el resto de Londres.

Uno de los beneficiarios de esta rebaja es Martin Tovee, un británico originario de Manchester (norte de Inglaterra) de 48 años, que recientemente encontró trabajo como jefe de operaciones en una cadena de comida rápida en Londres y que se trasladará a vivir en breve a uno de estos apartamentos, en concreto al edificio conocido como Mimosa House.

«Lo primero que me atrajo fue la calidad de los apartamentos y las conexiones de transporte», reconoció el nuevo ocupante cuando le dieron las llaves de su futura vivienda.

Lo cierto es que la zona de viviendas, que ocupa un espacio de 27 hectáreas y está rodeada por parques y áreas verdes, está conectada a través de la red de metro con el centro de la ciudad en tan solo 20 minutos, dispone de una estación de tren internacional y de servicios como un centro comercial.

Ese centro se ha convertido en el más grande de Europa y emplea a casi 10.000 personas, además de contar con restaurantes.

La urbanización de esta zona ha obligado a instalar una nueva escuela, que empezará a dar servicio a partir del próximo curso, y otro colegio cercano ampliará el número de profesores para absorber la demanda de alumnos de estas nuevas viviendas.

El alcalde de Londres, Boris Johnson, reconoció que «esta zona va a convertirse en una de las más populares para vivir en la ciudad» y Geoff Pearce, director ejecutivo de una de los promotoras, auguró que este nuevo barrio «será fantástico».

Estos apartamentos han formado una nueva zona en el este de Londres llamada «East Village» (Pueblo del este) en el barrio de Stratford, que fue sometido a una importante remodelación y a una inyección de 9 millones de libras (10,8 millones de euros) antes de la celebración de los juegos, tras décadas de falta de inversión por parte de las administraciones públicas.

David Palacios