Valencia (Venezuela), 15 nov (EFE).- Los diestros españoles Iván Fandiño y Antonio Ferrera cortaron dos orejas por coleta y salieron por la puerta grande hoy en la primera corrida de la Feria de la Virgen del Socorro de la ciudad venezolana de Valencia (centro).
El matador venezolano Hassan Rodríguez «El Califa de Aragua» estuvo dispuesto en sus dos astado, sin llegar a «tocar pelo».
Se jugaron seis toros venezolanos, primero, segundo, tercero y quinto de San José de Bolívar, de Jerónimo Pimentel, y los restantes de La Cruz de Hierro de Orlando Echenagucia, aceptables de presentación, y con buen juego en general, destacaron por su bravura y nobleza el cuarto y el quinto.
La plaza registró algo más de un tercio de plaza.
Ferrera, palmas y dos orejas.
Fandiño, aplausos y dos orejas.
«El Califa de Aragua», aplausos en ambos.
Ferrera estuvo valiente y torero con la capa en su primero. Se estrenó adornando el morrillo con seis pares de garapullos al toro de Pimentel.
Estuvo entregado con la muleta antes de que el toro se viniera abajo, y lo matara de estocada.
Al quinto, lo lanceó con gusto, abriendo el compás. Clavó arriba un par de poder a poder cerrando con un par al violín que ovacionaron.
Luego, toreó por naturales, al compás de la música, calentando la noche igualmente la bravura el burel de Echenagucia.
Lo bordó toreando en redondo, antes de adornarse por giraldillas, y matarlo de certera estocada, premiándosele con las dos orejas.
El vasco Fandiño estuvo firme con un jabonero claro que abrió lote y que se presentó tumbando al caballo en varas, sin embargo se vino abajo en el último tercio, optando el maestro por finiquitarlo de pinchazo, estocada y descabello.
Al quinto, lo lanceó con ángel hasta los medios, rematando con media verónica y revolera que ovacionaron.
Valiente y decidido en el trasteo de muleta, se lució al entregarse toreando en los medios y se hizo acreedor de que le acompañara la música.
Faena maciza por ambos pitones al mejor toro de la noche. Lo mató de estocada en la cruz, paseando dos merecidas orejas.
El primero de El Califa de Aragua, salió distraído, más se empleó en dos largas varas propinadas por el veterano varilarguero «Maraco».
Invitó a banderillear a su alternante Ferrera, quien clavó en lo alto su par de banderillas. El de Maracay abrió y cerró tercio con dos buenos pares que alegraron la noche.
El toro se vino a más en el último tercio, lo que aprovechó el venezolano para torearlo por naturales en los medios de la arena. Mató de dos estocadas y certero descabello.
Valiente y variado estuvo el espada venezolano en el que cerró plaza. Volvió a estar certero con las banderillas y entregado con la muleta, pero no era su noche y se le fue al desolladero, sin «tocar pelo».