Buenos Aires, 12 nov (dpa) – El ídolo pop Justin Bieber dejó una estela de escándalo a su paso por varios países de Sudamérica en el marco de su gira mundial «Believe», en la que la imagen del flamante ganador de los MTV Europe Music Awards quedó opacada por la polémica, los excesos y la decepción de sus fans.
Su paso por Brasil prendió la mecha y dio paso a otra escala conflictiva por Argentina. La serie de polémicas comenzó en Sao Paulo, cuando Bieber interrumpió su concierto y abandonó el escenario después de que un objeto lanzado por alguien del público le hizo caer el micrófono de la mano.
En las redes sociales se difundió luego que el joven cantante de 19 años organizó una fiesta con mujeres en un sauna carioca, conocido como lugar de encuentros amorosos.
También se comentó que el artista canadiense alquiló una mansión en el exclusivo barrio Joá, en Río, después de que el hotel donde se hospedaba -el tradicional Copacabana Palace- no le permitiera subir a su habitación acompañado por dos muchachas.
El video de Bieber durmiendo difundido supuestamente por una modelo que pasó la noche con él alimentó el escándalo. «Fue maravillosa e inolvidable», aseguró Tati Neves al diario británico «The Sun», al que brindó además detalles íntimos de la noche de pasión.
El cantante también fue denunciado por pintar grafittis en el muro de un hotel cerrado, sobre el que escribió varias leyendas, entre ellas «Respeten la privacidad».
De allí Justin Bieber voló a Paraguay, donde se presentó en Asunción, y luego viajó a la Argentina. Dedicó la primera noche en Buenos Aires a recorrer discos y, según informaron portales de Internet, llevó a varias mujeres en un minibús al exclusivo hotel Faena en el que se alojó.
El intenso acoso y griterío de las «beliebers», como se autodenominan sus fans, y supuestos destrozos en la suite del Faena llevaron a los directivos del hotel de Puerto Madero a «invitar» a Bieber y su comitiva a buscar otro alojamiento. Por ello, a su regreso en la madrugada del sábado del show que había dado en la ciudad de Córdoba, el cantante volvió a visitar las discos porteñas mientras le buscaban hospedaje.
El manager de la disco «Ink», conocido como «Polaco», relató al canal América que Bieber llegó cerca de las 5:00 de la madrugada acompañado por cuatro mujeres y sus guardaespaldas, que no dejaron que nadie se acercara al intérprete de «Baby».
«Como ellos no querían pagarme lo consumido, que eran 5.000 pesos (poco más de 900 dólares), les dije de hacer unas fotos. No quisieron y empezaron a golpear al fotógrafo y al camarógrafo que registró todo. A Justin lo sacaron con una sábana negra. Ellos no pueden dejar que haya imágenes de Justin con excesos en la noche», declaró.
El fotógrafo Diego Pesoa denunció a los guardaespaldas de Bieber ante la Justicia. «Pero ellos negaron haberme pegado», lamentó.
Ese mismo sábado Bieber cantó ante unas 40.000 personas en el estadio «Monumental» de Buenos Aires, en el número central y final del «Z Festival» en el que también se presentaron Cody Simpson y Owl City, entre otros. Esa misma noche sufrió fuertes malestares que el propio músico calificó como una «intoxicación alimentaria» en varios mensajes que escribió en la red social Twitter.
Según dijo el periodista argentino Jorge Rial en su programa de televisión sobre el espectáculo «Intrusos», el verdadero problema fue su «adicción a las drogas».
Tras pasar todo el domingo con una cánula de suero intravenosa, Bieber se presentó casi 1:30 horas más tarde en su segundo show en Buenos Aires, pero luego de unos pocos temas -algunos de ellos en «playback» según aseguraron varios espectadores- se retiró del escenario aduciendo un fuerte malestar.
Sus fans estallaron en llantos, mientras los padres presentes denunciaron que habían pagado altas sumas para un espectáculo que no se brindó.
«Es una vergüenza, pagué 8.000 pesos (unos 1.400 dólares) para que mi hija pudiera ir al ‘meet and greet’ (el encuentro exclusivo del cantante con pocos espectadores) como regalo por sus 15 años y la mantuvieron horas esperando, aislada con otras chicas, y Justin nunca apareció, ni siquiera pudo ver las cuatro canciones que cantó», lamentó una madre con su hija llorando al lado.
Bieber y su comitiva partieron de inmediato rumbo a Chile, donde continúa su gira con otro show este martes, para luego viajar a México.
Por Cecilia Caminos
