Noida (India), 7 nov (dpa) – Media India aguarda con febril excitación este fin de semana el comienzo en Chennai del campeonato mundial de ajedrez, y eso se debe ante todo a Viswanathan Anand. Gracias al campeón, el deporte en la cuna del ajedrez vive de nuevo horas de auge.
En su piso de Bad Soden, en Alemania, Anand se preparó para el duelo a doce partidas contra el número uno del mundo, el noruego Magnus Carlsen. Durante largas semanas el campeón mundial indio buscó nuevas variantes en las aperturas y analizó a fondo las partidas de su rival, que a sus 22 años encabeza desde hace muchos meses el ranking mundial de la FIDE.
Anand, de 43 años, es un héroe nacional en la India, que está viviendo un auténtico «boom» del ajedrez desde que el «tigre de Madrás» (hoy en día Chennai) se proclamó en el año 2000 por vez primera campeón del mundo. «Ha despertado nuestro interés por el deporte, nos ha inspirado, motivado y también conmovido», dice Prateek Chatterjee, de la emprea de formación NIIT.
Gracias a colaboración del gran maestro y de NIIT hoy en día 1,65 millones de jóvenes indios aprenden ajedrez en sus escuelas. A Arnav Pratap Singh, de nueve años, y a Suryaansh Jain, de 10, les gustaría ser tan famosos como su compatriota y quieren ser un día jugadores profesionales de ajedrez. «En su visita a nuestra escuela -contó Singh- nos dio jaque mate en dos minutos». «Es como si conociera ya siempre de antemano tu próxima jugada», añadió Jain.
Con acciones espectaculares, Anand se hizo popular en todo el país. Hace tres años contribuyó a un récord mundial cuando 20.480 personas jugaron simultáneamente al ajedrez en Ahmedabad, en mesas blancas y negras.
India no está mimada por los éxitos deportivos. En los Juegos Olímpicos de Londres, el país de 1.200 millones de habitantes no ganó ni una medalla de oro. Por ello es mayor el orgullo de la nación por tener el campeón del mundo en el «deporte ciencia».
«Anand ha traído el ajedrez de nuevo a casa, a donde pertenece», dice Chatterjee. Algunos historiadores creen que una forma previa del ajedrez surgió en el este de la India en el el siglo VI.
La maestra Guneet Kochhar no se interesa por la historia, pero se alegra de que sus alumnos, gracias a la concentración que aprenden en el ajedrez, estén por fin callados y quietos durante 20 minutos.
«Y piensan con mayor rigor, su capacidad analítica mejoró», opina Kochhar. Los niños entrenan desde los ocho años dos veces por semana. Y lo hacen juntos chicos y chicas, lo cual no es algo habitual en la India. «Comenzamos todos al mismo nivel», cometa Shannon Noronha, de diez años, que por fin puede medirse a ahora con los chicos.
Los muchachos le desean lo mejor a su «Vishy», como se llama cariñosamente al campeón. «Haz que nos sintamos de nuevo orgullosos», escribió uno en la web «wish4vishy.com». «Bate de nuevo a ese tipo y serás el más grande para siempre», pidió otro.
Anand, que nunca libró en casa un duelo por la corona del ajedrez, debe sobrellevar una fuerte presión, pues todo el país espera que defienda su título por cuarta vez.
Sin embargo, se enfrenta a un duro rival. Anand cuenta con un Carlsen sumamente tenaz e imprevisible. Ambos se conocen a fondo, pues en años anteriores incluso entrenaron juntos por poco tiempo. Por eso Anand dio una gran importancia a la preparación física antes del duelo. «Será muy duro», dijo. «Pero estoy preparado para todo».
Por Doreen Fiedler