Nueva York elige un nuevo alcalde con un demócrata como favorito

ANALISIDIGITALNueva York, 5 nov (dpa) – La ciudad más emblemática de Estados Unidos, Nueva York, elige hoy un nuevo alcalde para suceder al millonario Michael Bloomberg, que estuvo 12 años en el cargo.

Bajo un sol radiante, cientos de personas acudieron desde temprano a los locales electorales para elegir entre los candidatos, los dos principales el demócrata Bill de Blasio, favorito en las encuestas, y el republicano Joe Lhota.

De Blasio es el actual defensor del pueblo de Nueva York, mientras que Lhota ha sido el presidente de la oficina de transportes local. Ambos llamaron hoy a los ciudadanos a ir a votar.

También se vota en los estados de Nueva Jersey y Virginia, para elegir gobernador.

En Nueva Jersey todo apunta a que será reelegido el actual titular, el republicano Chris Christie.

Este avezado político de 51 años está considerado uno de los moderados clave dentro de su partido y posible candidato presidencial en 2016.

Christie logró gran relevancia un año atrás durante las tareas de evacuación y recuperación del huracán «Sandy» que devastó su estado. A pocas semanas de las elecciones presidenciales de ese momento, sus apariciones públicas junto al presidente y candidato demócrata Barack Obama fueron criticadas por las voces más conservadoras de su partido. Otros sin embargo lo consideran una muestra de su capacidad de cooperar de forma bipartidista, un elemento que muchos estadounidenses dicen echar en falta en Washington.

En Virginia por el contrario los sondeos predicen un cambio, con el demócrata Terry McAuliffe como favorito. Gran aliado de Bill y Hillary Clinton, McAuliffe también ha contado durante su campaña con el apoyo expreso de Obama.

De confirmarse las predicciones, sería la primera vez que en el pasado reciente Virginia elige como gobernador a un miembro del mismo partido que ocupa la Casa Blanca.

Según observadores, ello podría deberse en parte a la indignación que causó la reciente crisis política provocada por ultraconservadores republicanos del Tea Party y que llevó al cierre del gobierno federal por 16 días. En Virginia residen muchos funcionarios y trabajadores de empresas contratistas del gobierno federal que se vieron por tanto directamente afectados por la disputa política.