Buenos Aires, 28 oct (dpa) – El Frente para la Victoria (FpV, peronista) gobernante mantendrá en sus últimos dos años de gobierno el control junto a sus aliados de ambas cámaras del Congreso pese al revés que registró en las elecciones legislativas del domingo en 15 de los 24 distritos, cinco de ellos los más importantes.
A partir del próximo 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos legisladores, el FpV y sus aliados contarán con 132 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados, tres más de las 129 que demanda el quórum.
La coalición de centroizquierda que reúne a la Unión Cívica Radical (UCR), el frente UNEN, el Frente Progresista Cívico y Social, el socialismo y otras fuerzas ocupará en tanto 64 escaños.
El Frente Renovador opositor, creado hace pocos meses atrás por el peronista Sergio Massa y que obtuvo una amplia victoria en la provincia de Buenos Aires sobre el kirchnerismo, y sus aliados tendrán 19 escaños, mientras que el partido de centroderecha PRO contará con 18. El Frente de Izquierda de los Trabajadores sumará tres bancas, mientras que el resto de los escaños se repartirá entre bloques provinciales.
En el Senado, el Fpv y sus socios tendrán a partir de diciembre 40 de los 72 escaños, tres menos que ahora pero suficientes para contar con quórum propio (37). Los radicales y la centroizquierda sumarán 19 senadores; los peronistas disidentes, siete; y el PRO y sus aliados, tres.
El control parlamentario del oficialismo dependerá sin embargo de la continuación de sus alianzas con socios políticos, un factor que podría cambiar ante el nuevo escenario político, en el que casi tres de cada diez ciudadanos votó este domingo en contra del kirchnerismo.
Para la oposición, el resultado electoral marcó «el fin del ciclo» kirchnerista y abrió la carrera hacia las presidenciales de 2015, en las que la mandataria Cristina Fernández de Kirchner no podrá acceder a un tercer mandato consecutivo.
«La sociedad marcó una nueva agenda con los cambios que demanda», reconoció el gobernador de la provincia de Chaco, el kirchnerista Jorge Capitanich, quien obtuvo un amplio triunfo en su distrito.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, el también kirchnerista Daniel Scioli, consideró en tanto «una subestimación» que se hable del fin del kirchnerismo, pero admitió que «se abren otras instancias, otros tiempos».
Scioli, quien admitió sus ambiciones presidenciales para 2015, llamó a «cuidar lo que haya que cuidar, mejorar lo que haya que mejorar y corregir lo que haya que corregir».
Gran parte del gabinete de ministros y el vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Amado Boudou, celebraron en la noche del domingo «la consolidación del Frente para la Victoria como primera fuerza a nivel nacional» y el control del Congreso.
No hicieron referencia sin embargo a la amplia pérdida de votos que registró el FpV, que este domingo recibió el 33,15 por ciento, frente al 54,1 por ciento que obtuvo en 2011 en las elecciones presidenciales y legislativas y avaló la reelección de Cristina Fernández de Kirchner.
La mandataria argentina argentina se encuentra en licencia tras haber sido operada el 8 de octubre para extraerle un hematoma en el cerebro. Los médicos le indicaron 30 días de estricto reposo pero se desconoce aún cuándo reanudará sus tareas.
Por Cecilia Caminos