La angelical Taylor Swift salió de muy buen humor del gimnasio en el que se pone a tono antes de emprender su próxima gira por Australia. A diferencia del más común de los mortales cuando finaliza una exhaustiva sesión de ejercicio físico, la cantante apareció en público sin un solo signo de cansancio y, de paso, dando una lección de coherencia cromática al lucir una sudadera rosa a juego con el color de sus labios. Además, sus gafas de sol negras le dieron el toque de sofisticación que toda estrella necesita al salir a la calle.
Taylor Swift no pierde ni un ápice de glamour
