La escultural Alessandra Ambrosio abandonó un conocido centro médico de Santa Mónica (California) con semblante serio, una expresión que contrasta completamente con la amplia sonrisa que la modelo suele desplegar en las pasarelas. Aunque trató de ocultar su apesadumbrado rostro bajo unas grandes gafas de sol y desviando la atención hacia su original sudadera, la maniquí fue incapaz de evitar que los fotógrafos la retrataran en tan delicado momento.