La pérdida del cabello, conocida como alopecia, puede ser temporal o permanente, afectar solo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo. Las causas que la provocan pueden ser la herencia genética, cambios hormonales, las afecciones médicas, un proceso normal dentro del envejecimiento… aunque, en la sociedad actual uno de los motivos que está aumentando la incidencia de este problema es el estrés que se padece
La alopecia hace referencia a una caída excesiva del cabello. Aunque las causas más habituales son el factor hereditario o el paso del tiempo, no hay que dar de lado otros motivos que provocan su aparición, como el caso de los cambios hormonales o el cada vez más habitual que se deriva de las situaciones de estrés.
Algunas personas aceptan como algo natural la calvicie y dejan que siga su curso sin prestarle mayor atención. Otros, en cambio, intentan ocultarla con peinados, sombreros… o deciden someterse a algún tratamiento estético de implantación de cabello debido a los complejos que les causa. No obstante, para buscar el método adecuado, hay que conocer el origen del problema. En este artículo, se va a tratar la alopecia nerviosa y como solucionar la caída de pelo por estres, ya que, como ya se ha comentado, cada vez son más los afectados de calvicie debido a estas situaciones.
Relación entre alopecia y estrés
Se conoce como alopecia nerviosa a la excesiva caída del cabello que tiene su origen en un exceso de tensión o ansiedad. Este problema, a diferencia de otros tipos de alopecia más relacionadas con el género masculino, afecta por igual a hombres y las mujeres. Puede llegar a dañar al 70% de los folículos pilosos de la cabeza.
¿Por qué se cae el pelo ante las situaciones de estrés?
Aunque no se saben con exactitud cuáles son los motivos por los que el estrés provoca la caída del cabello, sí que está fuera de toda duda que hay una relación causa-efecto. Cada individuo reacciona de manera diferente ante el estrés y algunas veces llegan a afectar al cuero cabelludo. Una de las reacciones habituales es el aumento de los niveles de cortisol en sangre, que hace que se dificulte la circulación en el cuero cabelludo. Esto hace que los folículos se debiliten y el pelo se caiga.
No obstante, no hay que menospreciar los efectos colaterales de una vida en la que reina el estrés y la ansiedad. Entre ellos, cabe destacar la mala alimentación, la falta de sueño, la vida sedentaria sin ejercitarse, malos hábitos como el consumo de alcohol y tabaco… Evidentemente, todas estas costumbres poco saludables afectan a la salud de todo el organismo y, por ende, a la salud capilar.
Principales síntomas y causas de la alopecia nerviosa
Levantarse por las mañanas y encontrar la almohada llena de pelos, el sumidero de la ducha taponado o un exceso de mechones en el cepillo son claros síntomas de que el individuo sufre una caída de pelo por estrés.
Aunque, efectivamente, sus causas son difíciles de determinar, sí que existen tres patrones que permiten identificar la relación que se establece entre el estrés y la alopecia.
Efluvio telógeno
Se trata de la causa más común y afecta al ciclo natural de crecimiento del pelo.
Tricotilomanía
Esta alteración es de origen psicológico y el sujeto que la padece se estira y arranca el pelo de forma compulsiva. Se relaciona con el estrés, la soledad, así como con estados de ansiedad y depresión.
Alopecia areata
En este caso, la alteración se encuentra en el sistema inmunitario, que ataca a los folículos e impide su crecimiento.
Aunque es un problema de carácter temporal y el pelo posteriormente se recupera, hay que ponerle freno, no solo por la salud capilar, sino porque todo el organismo se está viendo afectados por niveles muy altos de estrés. En términos generales, como cabe suponer, la clave para acabar con este tipo de alopecia es eliminar su causa: los estados que producen exceso de nerviosismo e intranquilidad. Una vez que los niveles se estabilizan, el pelo recupera su ciclo de crecimiento normal.
3 formas de combatir la caída de pelo por estrés
Aunque se trate de algo temporal, estas son algunas de las practicas que se pueden llevar a cabo para evitar la caída de pelo que tiene su rigen en el estrés.
Meditación y ejercicios de respiración
Hay que hacer todo lo que sea posible para mitigar esta sensación, por lo que las sesiones de meditación y aprender técnicas de respiración son de gran ayuda.
Aprender a liberar tensiones
Hay que aprender a reconocer las señales del cuerpo, intuir cuando se está poniendo tenso y hacer ejercicios para aplacarla y relajar la musculatura antes de llegue el estrés y la ansiedad.
Hábitos saludables
Como se comentaba con anterioridad, este problema supone, normalmente, asumir una serie de malos hábitos en la vida diaria. Hay que combatirlos con una dieta saludable, durmiendo las horas necesarias para que el cuerpo esté descansado y dejar de lado vicios nocivos, como el consumo de alcohol, tabaco y de estupefacientes, si fuera el caso.
Israel Guerra