Isaac Peral era un científico marino, pero sobre todo visionario quien pasó a la historia por ser quien abrió las puertas, al futuro de las naves subacuáticas.
A pesar que encontró mucha resistencia de algunas personas quienes incluso llegaron a emprender campañas en su contra, su constancia y dedicación quedaron plasmados en el submarino torpedero de autopropulsión eléctrica.
Marino innovador
Isaac Peral y Caballero,nació el 1 de junio de 1851 en la Ciudad de Cartagena España. Su padre era capitán de la infantería de marina y por él, aprendió su pasión hacia el mar.
Es por ello que en 1865, ingreso al Cuerpo General de la Armada de España, con el fin de capacitarse para poder navegar. Se estima que durante su permanencia en la marina, navego en 32 buques siendo el tiempo total de servicio de 25 años, y 16 de ellos embarcado.
Durante sus largos viajes, aprovecho para estudiar entre otras ciencias la física y la matemática. Siendo famosos sus trabajos sobre algebra, geometría y huracanes. También sus cartas hidrográficas que puso al servicio de la armada.
Se sabe que participo en la guerra de los 10 años en Cuba,así como en la III Guerra carlista, donde demostró gran valentía y por lo que fue condecorado en dos ocasiones.
Al desembarcaren el año de 1883, asumió la catedra de física y matemática de la Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada.
Durante mucho tiempo Peral llevo a cabo diversos proyectos, hasta que en el año de 1885 a raíz de una posibilidad cierta de guerra entre España y Alemania, se le comunicarle a las autoridades de la marina, que tenía planes para diseñar un submarino torpedero.
El almirante Manuel de la Pezuela, quien para ese entonces era el Ministro de Marina, escucho con atención la exposición de Isaac y le ordena inmediatamente emprender pruebas preliminares para conocer la viabilidad de su proyecto, pero en el más estricto secreto militar.
Enemigos del proyecto de Isaac Peral
En la época en que Peral perteneció a la armada, esta estaba conformada por una gran cantidad de académicos, quienes aparte de ser marinos realizaban labores científicas para mejorar los buques de guerra.
Es por ello que a raíz de la puesta en marcha del proyecto de Peral, se generó una serie de intrigas y complots, con el fin de restar méritos al submarino que pretendía crear.
Se conoce que el vicealmirante Jose Maria Beránger, fue el encargado de destruir el proyecto ya que al parecer,tenía intereses económicos con un conglomerado industrial británico, quienes serían los encargados de desarrollar el programa submarino español.
Primero al asumir el Ministerio de Marina, engaveto el proyecto durante 7 meses. Posteriormente hizo contacto con un traficante de armas llamado Basil Zaharoff, para que copiara los planos de Isaac y todo lo concerniente sobre la construcción del submarino.
Sin embargo, actuando bajo la presión de la opinión pública, el vicealmirante Beránger debió darle continuidad a la fabricación de la nave, no sin antes dejar en claro que esto era inviable y que no era partidario de permitir que un soñador llevara a cabo tan delicada misión.
El ministro encontró apoyo en algunos científicos de la época, quienes llegaron a sentir cierta envidia por el trabajo de Isaac Peral y quienes garantizaban que ese trabajo sería un verdadero fracaso, porque ponía en riesgo la vida de los marinos españoles.
Construcción del submarino
Después de mucho sortear zancadillas y complots, Peral se encarga personalmente de todo lo concerniente a la fabricación de la nave. Debido a que requería materiales especiales para esto, opto por viajar a Francia, Alemania y Bélgica.
Para posteriormente dirigirse hacia Inglaterra, donde adquirió motores eléctricos, hélices y tubos lanza torpedos, que formarían parte del submarino que proyectaba fabricar.
Aun cuando la construcción del submarino seguía adelante, los militares del alto mando eran contrarios, a la utilización de esta nave en una guerra por lo que fue necesaria la intervención de la reina regente, para que pudieran permitir que el sabio inventor siguiera adelante con su trabajo.
Ya cuando el submarino estaba en disposición de ser sometido a pruebas, los enemigos del científico convencieron a la reina para que estuviera presente. De igual forma expresaron que era necesario que tanto el Ministro de la Marina, como el del ejército, tenían que evaluar las pruebas.
Justo el día establecido para esto, cuando Peral se disponía a demostrar la fiabilidad de la nave, pudo percatarse que las pilas que tenía el navío, habían sido saboteadas.
Les había eliminado el bicromato de potasa y se había sustituido por tinta roja. Lo que los enemigos Isaac no tomaron en consideración,fue que ya se había descubierto el fallo, logrando resolverlo a tiempo.
Luego de las pruebas tanto la reina como los militares, quedaron sorprendidos por la eficacia del submarino. Es por ello que el 20 de abril de 1887, se firma la Real Orden que autoriza a Isaac Peral a fabricar con urgencia la nave.
En 1890, el submarino torpedero de autopropulsión eléctrica de Peral, navego a 10 metros de profundidad, disparando torpedos que daban en el blanco de sus objetivos.
Durante los años siguientes, a pesar que la armada utilizaba el prototipo del submarino, negó el permiso para su construcción a gran escala.
Cansado y decepcionado Peral se trasladó hasta Berlin el 4 de mayo de 1895, para ser operado de un cáncer de piel pero al parecer durante la intervención quirúrgica, contrajo meningitis, lo que acabo con su vida el 22 de mayo de 1895.
En tanto muchos analistas militares piensan, que si se hubiese contado con el submarino de Peral, la guerra entre España y los Estados Unidos hubiese tenido un final totalmente diferente.