La ablación femenina en España

Nos suena a algo lejano, un problema que poco o nada tiene que ver con nuestra forma de vida y nuestro país. La mutilación femenina es uno de esos graves problemas pendientes en numerosos países del mundo. Pero la globalización ha traído la facilidad para viajar y asentarse en otros lugares, y esa es la razón por la que, sorprendentemente, la mutilación femenina también es un problema en España.

Un problema que nos afecta a todos, pero que concretamente afecta a más de 3.650 niñas que residen en España. Lo hemos conocido a través de un informe editado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y realizado por la Fundación Wassu-UAB. El estudio lleva por título ‘La mutilación genital femenina en España’ lo que ya representa un toque de atención sobre el problema que tenemos aquí mismo, en casa.

«Quizá sea una violencia contra la mujer no especialmente conocida en España pero no por ello debemos renunciar a diseñar acciones concretas para terminar con el dolor de millones de niñas que pasan por esta experiencia atroz que marca sus vidas», afirma la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.

En España viven 15.562 niñas que proceden de países donde se practica la ablación. Tienen entre 0 y 14 años, la edad en la que suele practicarse esta aberración.

la zona española con más riesgo es Barcelona, donde viven 746 de estas niñas. las cifras también son extremadamente preocupantes en Madrid, con 335 niñas en riesgo, y Gerona, con 504.

La mutilación genital no se suele practicas en España, los padres viajan a sus países de origen, donde se realiza la práctica, en la mayoría de ocasiones en entornos de nula seguridad sanitaria.

«Viven en nuestro país y pueden sufrirla cuando viajan a sus países de origen. De ahí la importancia de la detección precoz en el ámbito sanitario, social y educativo», dice Rosell. En este sentido, la directora de la Fundación Wassu-UAB, Adriana Kaplan, ha indicado que el camino pasa por «empoderar a los profesionales de atención primaria que están en contacto con estas familias» y «no duplicar canales».

Por Santiago Fontenla.