
(dpa) – Vehículo utilitario deportivo, o SUV del inglés, también llamado todoterreno ligero: cuando el alemán David zu Elfe escucha la actual fórmula mágica para la venta de coches y piensa en coches familiares elevados, furgonetas con puesto de conducción rebajado o supuestos coches de aventura, no puede evitar sonreír.
Este fotógrafo y cineasta alemán oriundo de una zona vitivinícola del oeste de Alemania define el SUV de otra forma.
Zu Elfe no parte de un vehículo todoterreno, sino de un coche deportivo, y por lo tanto ha convertido un Porsche 924 de más de 40 años en un utilitario deportivo.
Su prioridad no fue solamente el comportamiento de conducción del vehículo en malas carreteras. De hecho, su deportivo utilitario es tan útil que hasta se puede dormir en él.
La idea de un coche deportivo capaz de circular también fuera de la carretera no es nueva. Particularmente en la década de 1980 hubo muchos fabricantes que dejaron huella en el mundo del rally con modelos icónicos, siendo la alemana Porsche una de las marcas más míticas.
Uno de sus grandes logros fue el Porsche Safari 953, basado en el modelo 911 y desarrollado en 1984 para participar en el rally Dakar. También el Mercedes SLC de la serie 107 y el Lancia Stratos obtuvieron sendos triunfos en la pista de barro.
Ahora, estos laureados modelos vuelven a ganar presencia. En tiempos en que los vehículos todoterreno son cada vez más deportivos, y coches de altas prestaciones como el Aston Martin DBX o el Lamborghini Urus son más rápidos que algunos bólidos de carreras, los fabricantes están reaccionando con prototipos y modelos exclusivos.
Lamborghini, por ejemplo, presentó el año pasado su prototipo Sterrato, basado en el Huracán, y no sólo reprogramó la tracción a las cuatro ruedas del superdeportivo para superficies de baja adherencia, sino que también aumentó la distancia libre al suelo en casi cinco centímetros.
Además, los italianos ensancharon los pasos de rueda, montaron neumáticos de banda ancha, cubrieron los bajos e incorporaron numerosos faros adicionales.
Incluso Alpine está coqueteando con la aventura fuera del asfalto. Tras haberse hecho un nombre en el mundo de los rallys y haber renacido hace solo tres años, esta subsidiaria de Renault sorprendió este año con su modelo conceptual A110 SportsX, rediseñado siguiendo el mismo patrón.
Ocho centímetros más de ancho de carrocería y seis centímetros más de distancia al suelo convierten al elegante cupé en un robusto bólido para los rallys más exigentes. Y los esquís montados en el portaequipajes trasero no dejan dudas de que este coche está diseñado para llegar a las más recónditas pistas de invierno.
Desde los talleres de Porsche se percibe la mayor actividad: carroceros, tuneadores y fabricantes de pequeñas series de todo el mundo están creando versiones rediseñadas del 911 al estilo del 953. Este año se han añadido dos nuevas empresas: Ruf, fabricante alemán de deportivos a base de Porsche, y Delta 4×4, especialista bávaro en todoterrenos.
A pedido de un coleccionista texano, Ruf construyó una variante todoterreno del clásico 911: el espectacular RUF Rodeo equipa una carrocería de carbono y usará una avanzada tracción a las cuatro ruedas con distribución de potencia variable.
También incorpora cuatro faros auxiliares de rally en el capó, además de una barra parachoques y una especie de lazo en el frontal.
A petición de un cliente que planeaba participar en el rally Dakar, ahora suspendido debido a la pandemia, Delta 4×4 desarrolló una versión todoterreno del Porsche 911. El prototipo cuenta con una distancia al suelo significativamente mayor, neumáticos y llantas especiales, faros adicionales y portaequipajes.
Según sus propias declaraciones, ambos proveedores aprecian las reacciones favorables, pero aclaran que sus diseños aun se encuentran en la fase de desarrollo y que pasará tiempo antes de que estén listos para la producción en serie.
Según Marc Pfeifer, portavoz de prensa de Ruf, la firma está demasiado ocupada con los modelos de carretera CTR y SCR como para pedir a los conductores de Porsche que prueben el Rodeo en pistas todoterreno.
Josef Loder, responsable del área de Técnica de Delta 4×4 señaló: «Queremos implementar el concepto, pero no podremos hacerlo antes del año próximo».
Dado que hasta ahora solo ha habido estudios, modelos exclusivos y muchos recuerdos, el profesor de Diseño Lutz Fügener prefiere no hablar aún de una tendencia clara.
Este catedrático de la Universidad de Pforzheim, en el sur de Alemania, ve diferentes razones para el surgimiento de esta nueva moda: «Uno de los motivos es la lógica de los departamentos de marketing».
Fügener explica que estos están constantemente buscando nuevos nichos que, en caso de necesidad, puedan ser simplemente inventados y luego abastecidos con productos.
Según el académico, el mecanismo suele ser bastante simple: «Al verificar si ya se ha cruzado todo con todo notan que la combinación de coche deportivo y vehículo todoterreno aun no ha sido enteramente explotada».
Fügener añade que el margen es bastante limitado: «El descapotable no es un problema, en el área de los utilitarios deportivos ya está todo dicho; el familiar, la camioneta, la furgoneta y el minibús son más difíciles. Entonces, lo único que les queda es la combinación coche deportivo con todoterreno».
El experto atribuye a este género un cierto encanto, y explica que los coches deportivos adaptados para todoterreno evocan los días salvajes y gloriosos de los legendarios vehículos del Grupo B de los rallys en la década de 1980 y que, por lo tanto, están respaldados por la historia del deporte de motor.
Según su opinión, el Porsche 953 otorga a todos estos proyectos una cierta plausibilidad.
Fügener opina que el concepto está recibiendo más apoyo debido a la creciente popularidad de las versiones «crossover» con coche familiar, compacto y limusina, derivados que considera son los mejores vehículos utilitarios.
Añade que la relación costo-beneficio es buena y que la elegancia y la dinámica de los diseños originales por lo general se mantienen, por lo que el potencial estético es siempre más alto que en cualquier auténtico SUV.
El académico explica que, de hecho, un chasis más alto hace que un coche deportivo sea más adecuado para el uso diario, y, que, si se utiliza una suspensión neumática para adaptar la carrocería a distintas alturas, habrá que aceptar la desventaja del peso adicional a cambio de una mayor distancia al suelo.
«Este es un compromiso que no se percibe como tal, sino todo lo contrario. Ha habido y sigue habiendo tendencias en la construcción de automóviles que han tenido o tienen aún menos sentido».
¿Tienen estos conceptos todo lo que se necesita para ser producidos en serie y ser utilizados en el día a día? David zu Elfe, el creador del 924, no tiene ninguna duda al respecto. Su todoterreno lo ha demostrado: en un recorrido de 7.500 kilómetros bordeando el Mar Báltico, en invierno y en condiciones especialmente difíciles.
Por Thomas Geiger (dpa)