(dpa) – Las verrugas suelen crecer en los dedos y el dorso de la mano. A diferencia de las que aparecen en las plantas de los pies -plantares-, no suelen doler. Aunque suelen desaparecer por sí solas, pueden tardar en hacerlo meses o incluso años, explica la revisa «Kinder!» (¡Niños!) en su edición de marzo de 2020.
En caso de que estas protuberancias en la piel molesten al niño pueden ser eliminadas de varias formas. Las soluciones que se venden en las farmacias pueden ayudar. También vale la pena probar la tintura de celandina o de thuja. Otra opción es que un dermatólogo las elimine mediante láser, nitrógeno líquido o las extraiga con instrumental médico. Sin embargo, esto último puede dejar cicatrices y ser doloroso para el niño.
Un sistema inmunológico estable ayuda a evitar que los virus del papiloma humano (VPH), que causan las verrugas, entren en juego. El ejercicio al aire libre y un dieta rica en vitaminas fortalecen el sistema inmunológico. En piscinas y gimnasios hay que extremar las precauciones: son lugares en los que los patógenos gustan de propagarse. Se recomienda no caminar descalzo, desinfectarse las manos y los pies y utilizar sólo toallas propias. Si el niño tiene la piel seca o agrietada, debe aplicársele crema regularmente para hidratarla.