(dpa) – Los niños pequeños tienen en los dientes una de las principales fuentes de problemas, con dolores, noches de insomnio y malhumor que inciden en los padres cuando deben decidir por ellos: ¿Cuándo deben empezar a cepillárselos? ¿Con qué tipo de cepillo?
Hay muchas preguntas que afectan a niños pequeños, a las que los padres no pueden responder.
Algunos expertos lo hacen por ellos:
Comienzo
Desde el primer diente, los padres deben cepillarlo, pero evitando el frenillo labial. «Frotar sobre este hace daño al niño, y luego no querrá que le cepillen los dientes», explica Johanna Kant, Presidenta de la Asociación alemana de Dentistas Pediátricos.
Los niños solo pueden cepillarse muy bien a partir del momento en que pueden escribir, dice Kant. Solo entonces habrán desarrollado sus habilidades motoras finas lo suficiente. Dirk Kropp, director general de la iniciativa proDente, recomienda a los padres que cepillen los dientes de sus hijos hasta los siete u ocho años.
La pasta de dientes y el cepillo
La mejor manera de cepillar los dientes de los niños pequeños es con un cepillo de cabezal pequeño y cerdas suaves, dice Dietmar Oesterreich, Vicepresidente de la Asociación Dental Alemana. Y, para hacerlo más fácil, pueden usar un cepillo eléctrico.
Oesterreich recomienda utilizar una cantidad del tamaño de un grano de arroz de una pasta de dientes con flúor. Desde el principio es suficiente para proporcionar protección contra la caries.
«Le da un suministro de flúor que funciona donde debe», explica Oesterreich, quien advierte que los bebés suelen recibir un suplemento de vitamina D, a menudo combinada con flúor, por lo que recomienda avisar al pediatra para evitar una dosis excesiva.
El dentista
Oesterreich aconseja a los padres llevar a sus hijos al dentista en el primer año de vida. Los pequeños se acostumbran y reconocerán la visita como algo normal. Kant sugiere ir al dentista desde que salga el primer diente, o desde los seis meses.
Los niños muy pequeños no suelen tener miedo a ir al dentista, excepto si tienen caries y les duele. «Otros niños acaban de ser vacunados antes de ir al dentista. Por desgracia, a veces identifican al dentista con quien le vacunó», advierte Kant.
Si es necesario, los padres pueden elegir un dentista pediátrico. Kropp aclara que cualquier dentista puede tratar a niños.
Prevención de la caries
Igual que en los adultos, es mejor que los niños beban solo agua, ya que «no se adhiere, ni mancha ni daña los dientes», explica Kant. Pero si los niños beben zumo, Oesterreich recomienda que lo lo hagan durante las comidas principales, ya que «darles de beber aunque sea poco entre las comidas es llevarlos por el mal camino».
Esta es también una buena regla general para comer, según el experto. El azúcar no es malo durante las cinco comidas principales del día, pero hay que eliminarlo si toman tentempiés entre ellas.
Kant recomienda que los niños beban de una taza normal lo antes posible. «Los niños suelen beber del borde de ella a partir de los ocho meses», asegura.
La cena
A muchos niños les encanta tomar un biberón con leche caliente antes de irse a la cama. Ayuda a que el niño se duerma, pero es perjudicial para los dientes, porque «la leche dulce se adhiere a los dientes y favorece la caries», advierte Kant.
Especialmente por la noche, los dientes están expuestos a una saliva menos protectora, dice Oesterreich, quien también advierte que amamantar o darle el biberón al bebé durante la noche no es un peligro si los dientes están bien cepillados.
Aprender a cepillarse
Cuando los niños aprenden a cepillarse los dientes, lo pueden hacer siguiendo una rutina. Kropp sugiere empezar por las superficies oclusales, luego las externas y finalmente las internas.
Además, es recomendable que el cepillado dure unos dos minutos. Se puede utilizar un temporizador de cocina, un reloj de arena o una canción que dure el tiempo del cepillado.
Oesterreich aconseja que los niños aprendan a cepillarse los dientes a mano, ya que un cepillo eléctrico no ofrece ventajas en la limpieza dental. Pero sí podría ser un elemento motivador.
Por Elena Zelle (dpa)