(dpa) – El interior de la máquina de lavar es húmedo y mayormente cálido, o sea, un hábitat ideal para las bacterias.
Por eso, es conveniente realizar al menos una o dos veces por mes un lavado con el programa de 60 grados. Solo así se puede matar de forma fiable a los microorganismos causantes de enfermedades, explica Dirk Bockmühl, profesor de Higiene y Microbiología de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Rhein-Waal en la revista «Good Health» (número 1/2020).
La probabilidad de una infección a través de la lavadora es relativamente baja, por lo tanto, las personas sanas con un sistema inmunológico intacto no tienen que exagerar en la lucha contra las bacterias.
Sin embargo, la situación es diferente si en el hogar hay personas con defensas más bajas, como por ejemplo un bebé, personas mayores o con inmunodeficiencia o mujeres embarazadas.
Asimismo es mejor tomar precauciones si alguna persona está transitando por un proceso infeccioso como diarrea o pie de atleta.
En ese caso el experto aconseja utilizar el programa de lavado para ropa de color de 60 o 90 grados y un polvo de lavar con lejía, prescindiendo del detergente líquido.
Según Bockmühl, los desinfectantes no son adecuados porque no logran combatir algunos patógenos como las bacterias intestinales.
Tampoco es correcto emplear en estos casos un programa de lavado ecológico porque a menudo la temperatura real del lavado es inferior a 60 grados, destaca.
Si bien los fabricantes compensan esto extendiendo los tiempos de lavado, los patógenos normalmente no se dejan amedrentar por este factor, añade el experto en higiene.