La estrategia de mejora de la seguridad del paciente en los hospitales requiere de un cambio de enfoque introduciendo modificaciones en la cultura de los centros sanitarios, lo cual debe apoyarse en una mayor implementación de los planes, en incorporar nuevas herramientas y medidas para aumentar la seguridad del paciente y que la participación de los profesionales y pacientes sea más real.
Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado tras la celebración de la mesa dedicada a la seguridad del paciente celebrada esta tarde en el XX Congreso Nacional y IX Internacional de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
Anna Rodríguez Cala, directora de Estrategia y Responsabilidad Social Corporativa del Instituto Catalá de Oncología de Barcelona y miembro de SEDIDA, explicó que “la seguridad del paciente está condicionada por el entorno y debemos pensar en términos de sistema sanitario global en lugar de en términos de errores individuales. Solo así se podrá incluir la seguridad del paciente dentro de las estrategias de calidad de las instituciones sanitarias”.
En este sentido, Rodríguez Cala insistió en que “aunque gestores y profesionales sanitarios aseguran que el paciente está en el centro del sistema, la realidad está lejos de esta afirmación.”
Por su parte, Carlos Aibar Remón, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, afirmó que “para mejorar la seguridad del paciente no hay profesionales insustituibles, recursos de alto coste, ni remedios milagrosos, pero sí ingredientes para superar retos necesarios como conocer con validez y precisión los riesgos, saber cómo afrontarlos con criterios de evidencia, factibilidad y sostenibilidad, implementar prácticas clínicas seguras y evaluar su implementación y utilidad.”
“Expresado en términos clínicos – continuó Aibar Remón- la insuficiente seguridad del paciente es un problema crónico que requiere cuidados mantenidos y tratamiento continuo. Pero no solo del paciente, sino también del sistema y de los profesionales, y también de alguna técnica quirúrgica.”
Las cuestiones de seguridad del paciente deben formar parte tanto de los programas formativos como de la práctica asistencial de la Medicina Preventiva y la Salud Pública.
