Desde hace semanas, la región amazónica brasileña, considerada uno de los “pulmones del mundo” está siendo víctima de los peores incendios forestales de los últimos años.
En este sentido, la indignación ha colmado las redes sociales, ya que, ciudadanos de todo el mundo han criticado la falta de acción por parte de la comunidad internacional para tratar de apaciguar y combatir los incendios.
No obstante, todavía no hay un informe oficial de la superficie vegetal quemada, pero se estima que son miles de hectáreas consumidas por el fuego en los estados brasileños de Rondonia, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur, así como en el departamento boliviano de Santa Cruz.
Ante esta crítica situación, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y su equipo de Gobierno atribuyen los incendios a una sequía de carácter extraordinario.
Por su parte, diversas organizaciones científicas, sociales y ecologistas no piensan lo mismo, ya que, aseguran que los incendios han sido provocados deliberadamente con el fin de aprovechar las tierras para minería o agricultura extensiva, actividades altamente promovidas por el propio Bolsonaro.
En cualquier caso, sea cual sea la causa, los incendios no han cesado y la Amazonia parece consumirse en llamas lentamente, mientras la mirada indiferente de la comunidad internacional ignora el peligro de que uno de los pulmones del mundo se quede sin vida y nos deje sin oxígeno.
Por Soraya Andreina Pérez Mohammed