¿Amigos de la escuela o “headhunters”? Con quién conectar en las redes

(dpa) – Cuando uno se suma a los portales laborales puede llegar a encontrar a todo el mundo, desde CEOs de empresas importantes hasta colegas del trabajo y viejos compañeros de la escuela. ¿Pero cómo conviene entrar en esas redes? ¿Cuáles son los contactos que pueden ayudarnos en la carrera? Los expertos nos dan algunos consejos.

Porque podemos estar en LinkedIn, en Xing, en Stepstone… pero si no hacemos las cosas bien, dará igual si hemos cargado nuestro perfil o no. Si sumamos a ex compañeros de la infancia y amigos, pronto nos perderemos en un mar de contactos. Y no se trata de dejar de lado a los amigos porque estemos obsesionados con la carrera y sólo nos guíen intereses descarnados. El tema es que cuando armamos nuestro perfil en un portal portal específicamente diseñado con fines laborales, hay que saber usarlo con ese objetivo.

La regla básica es: “La calidad de los contactos vale mucho más que la cantidad. Tener una masa de contactos con los que no nos une prácticamente nada puede convertirse en un lastre”, observa Doris Brenner, coach especializada en estas cuestiones. Los contactos no tienen por qué ser personas que conozcamos personalmente. Puede que haya habido un evento en el que uno coincidió o que un conocido nos haya mencionado a esa persona. Eso nos puede servir de punto de partida para entablar un primer contacto. “Es un buen inicio”, afirma Andreas Lutz, que asesora a trabajadores independientes.

El primer contacto debería ser breve. Si les escribimos a personas que suponemos que están muy ocupadas, más vale enviarles toda la información que consideremos relevante en un único mensaje sucinto y que sea el otro quien decida si continuar ese contacto o no. Lutz recomienda que nuestros datos estén a disposición de todos en este tipo de redes para facilitar la comunicación.

Por supuesto, también puede valer al pena retomar la comunicación con viejos compañeros, sean personas que conocemos de la escuela o del trabajo. Más si tenemos cuestiones laborales en común. “En esos casos entablar una conversación seguramente resultará mucho más simple”, dice Brenner.

Cuando somos nosotros los que recibimos una solicitud de contacto y el nombre no nos dice nada, deberíamos revisar el perfil. Si nos han escrito un mensaje personal, deberíamos responder sí o sí. Además, no sólo importa quién es la persona que nos escribe, sino también qué contactos tiene. Los “contactos de los contactos” suelen ser ignorados por casi todos, pero no hay que subestimarlos. Por otra parte, si nos contacta alguien sin foto o con un perfil hecho a medias, no deberíamos incorporarlo de ningún modo a nuestra lista.

El éxito del “online-networking”, es decir, de armar redes laborales de este tipo, dependerá en gran medida de que estemos presentes en las redes y actualicemos nuestro perfil. “Si no lo mantienes actualizado, no te estarás haciendo un favor”, advierte Brenner, “sobre todo en momentos en que los empleadores suelen entrar en contacto con sus potenciales colaboradores a través de lo que se conoce como ‘active sourcing’”, apunta.

También es igual de importante ampliar la red personal constantemente. Eso sí: no debemos hacerlo sin rumbo, sino conscientemente, incluso cuando no estemos buscando una utilidad o un retorno particular.

Por Maximilian Konrad (dpa)