La forma de vestir es una parte importante de la sociedad occidental actual. A lo largo de la historia, la vestimenta ha determinado el estatus o la clase social de una persona. En la actualidad, si bien la moda se ha democratizado un poco, de algún modo establece el grupo social al que dicha persona pertenece dentro de su círculo social.
En los inicios, la vestimenta era una necesidad básica que protegía al ser humano evolucionado de las inclemencias meteorológicas, pero con el paso del tiempo, el vestido, las prendas de ropa, han ido adquiriendo un carácter estético, sujeto a ciertos cánones y dependientes de las necesidades de cada época.
Durante el siglo XX, la moda se ha visto sujeta a muchos cambios en tendencias y estilos, especialmente la moda femenina, que se fue simplificando para darle mayor importancia al carácter práctico y utilitario. La aparición, por ejemplo, de la minifalda, fue todo un hito, así como la moda unisex, que permitía a la mujer utilizar pantalones.
A mediados del siglo XX, la aparición de la moda juvenil y deportiva en Estados Unidos fue otro de los grandes avances, personalizado principalmente en la popularización del pantalón vaquero, la prenda casual por excelencia.
También en este siglo apareció la fabricación de ropa en cadena con diferentes tallas y modelos de negocio como el de Zara impulsaron la moda, llevándola prácticamente a todos los estratos de la sociedad. Este fenómeno consiguió, de algún modo, que la confección de ropa a medida decayera en un grado importante.
A día de hoy, gran parte de la moda mundial se produce a precios económicos y está al alcance de cualquiera, y la diferencia de clases sociales se muestra más en el género de la tela que en la forma de vestir.
Ya bien entrados en el siglo XXI, a inicios de comenzar la tercera década, la moda se enfrenta a un problema, parece que todo está ya inventado. Por esta razón, la resolución pasa por modernizar las modas de los siglos y las décadas anteriores haciendo uso de materiales modernos y priorizando la practicidad por delante de la estética, pero sin renunciar a esta última.
Las características muy generales de la moda actual
Tras este breve repaso histórico sobre la moda en las últimas décadas y la importancia a nivel global de esta industria, es momento de repasar cuáles son las características más comunes de la moda actual, especialmente en lo que se refiere a moda femenina.
Vaqueros y minifaldas se mantienen, las faldas largas y los pantalones anchos recuperan esplendor y la altura de los pantalones varía enormemente por temporadas. Cada cierto tiempo se introducen prendas de otras culturas y cuando llega el verano acostumbramos a vestir calzado fresco inspirado en el estilo griego o mediterráneo. Por lo demás, no existe una moda uniforme y quizás esto es lo que diferencia la moda actual de su recorrido histórico.
En la actualidad, la moda es una industria muy potente a nivel mundial, hasta el punto de que tras el petróleo, la industria textil es la más contaminante del mundo. El consumo rápido de prendas, que cada vez duran menos, afecta gravemente al planeta, por el consumo desmedido de recursos.
Es indudable que esta moda rápida, la fast fashion, ha democratizado de alguna manera la moda, pero a costa de un impacto ambiental en el planeta muy severo. Como consecuencia de este fenómeno, y también por el interés creciente por el diseño y la idea del DIY (Do It Yourself), cada vez son más usuarias y usuarios los que se animan a diseñar y producir sus propias prendas de ropa.
En comercio electrónico permite adquirir telas online de manera cómoda, desde casa, sin necesidad de ir a una tienda de tejidos, sino que a cualquier hora del día, en cualquier momento, se pueden adquirir todo tipo de productos relacionados con la moda en una tienda de telas online. Desde telas estampadas a telas listas pasando productos con descuentos o novedades actuales de temporada, y todo ello sin salir de casa.
En cualquier caso, en este proceso de creación y desarrollo de las propias prendas de ropa, es fundamental encontrar un buen proveedor que ofrezca telas y tejidos de calidad, para poder así crear prendas de ropa duraderas, resistentes. A la hora de comprar telas online, no sirve cualquier establecimiento donde se vendan telas por metros o bien ofrezcan muestras de tejidos online, sino que hay que acudir a negocios contrastados. Ya sea para comprar telas online o para hacerlo al modo tradicional, en el comercio físico, el buen trato con los clientes, la asesoría y la calidad de los productos es imprescindible.
La industria de la moda debe reinventarse, interiorizar que el consumo elevado de recursos naturales implica la destrucción de nuestra forma de vida en el planeta. La apuesta de millones de personas en el mundo por el DIY es una forma de combatir este grave problema ambiental, pero es insuficiente si no hay un cambio de dinámica global en el que también participen las grandes empresas del sector.