(dpa) – Al comprar un auto, uno debería guiarse por argumentos racionales. ¿Utilitario o deportivo? ¿Motor diesel o gasolina? ¿Híbrido o incluso un auto eléctrico? A estas preguntas se suman análisis de colores y precios.
Y muchas veces también hay en juego factores emocionales o sociales. ¿Qué es lo que dice un auto sobre mí mismo y qué refleja hacia los demás? Por todas estas razones, para muchos elegir un auto nuevo es una verdadera tortura.
Algunos puntos que pueden ayudar a la hora de tomar una decisión:
¿Qué tipo de vehículo quiero?
Limusina, combi, cinco puertas. Antes el mundo de los automóviles era bastante más sencillo. Hoy hay desde crossover hasta limusinas coupé pasando por una decena de variantes de carrocería en cada segmento de precios y de tamaño.
Pero los criterios para elegir no cambiaron tanto: Quien deje de lado cuestiones de estatus e imagen exterior, decide sobre todo de acuerdo al espacio que necesita y su radio de acción, señalan los expertos. ¿Qué trayecto debo recorrer a diario? ¿Suele ir por la ciudad o en carretera? ¿Cuántas personas llevo en el auto? Respondiendo a esas preguntas, quien desee comprar un auto limita mucho la selección.
A ello se suma la cuestión de si comprar un vehículo nuevo o uno usado. En el caso de uno usado, quizá uno debe renunciar a servicios relacionados con la garantía, pero a cambio se ahorra dinero que se puede invertir en mayor tamaño o en equipamiento.
¿Qué motor va conmigo?
Debajo del capó, la variedad creció considerablemente. A los coches a gasolina y a diesel se sumaron los híbridos y los híbridos enchufables, los que tienen motor totalmente eléctrico y las alternativas más convencionales a gas.
Los expertos consideran que los aspectos importantes a tener en cuenta son el radio de acción personal y la pregunta de cuántas veces hay que cargar el tanque o la batería para pasar el día o la semana. Quien esté pensando en motores alternativos, debería tener en cuenta que aunque el precio pueda ser mayor, dependiendo del país puede haber reducciones en impuestos y ayudas estatales, aunque también debe pensar en la infraestructura de mantenimiento.
¿Dónde buscar asesoramiento?
Hay listas de precios larguísimas y opciones ilimitadas. Una vez elegido el modelo y el motor, empieza el verdadero trabajo. Y es que las listas con extras son cada vez más largas y muchas veces el precio aumenta considerablemente con todos los accesorios.
Los vendedores pueden dar consejos sobre qué es más útil y a qué se puede renunciar. Pero para obtener una opinión más neutral lo mejor es acudir a los medios especializados y leer sus informes sobre pruebas en diferentes vehículos.
Y quien prefiera hacerse una idea por sí mismo puede ir directamente al configurador de las páginas web del fabricante. Es muy útil para decidir sobre todo respecto de los accesorios ópticos.
¿Cuál es el punto de compra ideal?
Hay tiendas de las marcas, comerciantes de muchas marcas, importadores, bolsas online o avisos: las vías para comprar un auto son variadas. Pero los expertos recomiendan manejarse con escepticismo. Cuanto mayor sea el supuesto ahorro, más alto es el riesgo y muchas veces peor es el servicio.
Por eso lo mejor es acudir a tiendas especializadas. Es mejor tomar distancia de las ofertas de coches baratos en Internet si no provienen del fabricante original. Internet sí puede ser útil, en cambio, para hacerse un panorama de precios y encontrar argumentos para negociar una eventual rebaja. Lógicamente, también sirven muchas veces las recomendaciones de familiares, amigos o conocidos.
Por Thomas Geiger (dpa)
Foto: Wenjun Chen/dpa/dpa-tmn