España es uno de los países más avanzados en materia de derechos civiles y libertades sexuales. Esto, sin embargo, no evita que se sigan produciendo agresiones y discriminación constante hacia el colectivo LGTBI+.
Un buen ejemplo de ello es la discriminación laboral que sufre el colectivo transexual. Las cifras de desempleo dentro de ese colectivo son alarmantes, pues presenta una tasa de paro del 85%. Esto, en muchas ocasiones, acaba en un estado de extrema exclusión social. El trabajo activista, que fomenta leyes en algunas comunidades autónomas, es la gran ayuda de este colectivo para hacer frente a situaciones de rechazo y exclusión, dificultad para mantener el puesto de trabajo durante el proceso de reasignación o problemas para obtener permisos para visitas médicas.
No cabe duda de que la española es una sociedad muy diversa y uno de los lugares en el mundo en los que más se respeta la diversidad, pero hay que seguir avanzando para conseguir mejoras y muchas de ellas han de ir encaminadas a comprender la verdadera realidad de los individuos, definir bien sus realidades, porque no es lo mismo hablar de identidad sexual, identidad de género y orientación sexual.
¿Qué es la identidad sexual?
La identidad sexual es aquella que se fija de manera inmediata estando dentro del vientre materno, esto es, lo que define si el bebé será masculino o femenino. Sin embargo, una vez nace el bebé y la persona va creciendo, comienza a desarrollarse y socializar, y es entonces cuando crea su propia personalidad, donde diversos factores juegan un papel fundamental, que pueden o no ser definitivos. Aquí es donde juega un papel importante la identidad de género.
¿Y la identidad de género?
La identidad de género se define como la concepción que tiene una persona de su propio género, de modo que si su género no se corresponde con su sexo, es cuando nos encontramos con las personas transgénero. El género es un constructo social, con él se hace énfasis a lo que la sociedad ha ido construyendo y atribuyendo a hombres y mujeres por el hecho de ser así: comportamientos, atributos, actividades…
Los roles establecidos por la sociedad influyen de manera importante en el estilo de vida de las personas. De este modo, una diferencia importante entre la identidad sexual y la identidad de género es que el sexo biológico puede ser el mismo en cualquier parte del mundo, pero el género puede ser diferente dependiendo de lo que piense una persona.
Llegados a la identidad de género nos encontramos con otra gran duda, ¿cuál es la diferencia entre transexual y transgenero? ¿o qué diferencia a un transexual de un travesti?
Una persona transexual es una persona que tiene claro que no ha nacido con su sexo correcto, que se identifica con un género contrario al suyo, su identidad sexual es diferente al constructo social de identidad de género, esto es, personas que nacen con vagina que se identifican como hombres o personas que nacen con pene que se identifican como mujeres.
Las personas transexuales son aquellas que ya han superado el periodo de transición y tienen un aspecto de sexo contrario. Son un paso más del colectivo transgénero, pues las personas transgénero todavía están en un periodo de transción durante el cambio de sexo. Este periodo es siempre difícil para la persona que lo experimente, por sus propias dudas, sus miedos y el posible rechazo por parte de la sociedad.
Un último término que genera dudas es el de travesti. El travestismo es un fenómeno que implica vestirse con prendas asimilables a un género distinto. Es más un fenómeno fetichista que un proceso de género o sexual. Muchos hombres fantasean con vestirse de mujer y esto no tiene nada que ver con ser homosexual, heterosexual, bisexual o asexual.
La orientación sexual, el deseo
Una vez quedan claras las diferencias entre identidad sexual e identidad de género es momento de hablar sobre la orientación sexual. Esto es el deseo, afectivo o emocional, que sienten los individuos hacia otras personas. De esta definición provienen conceptos como heterosexual, homosexual y bisexual.
Una persona heterosexual es una persona que se siente atraída por individuos de género contrario al suyo. Si se siente atraída por personas del mismo género, esa persona es homosexual. La bisexualidad hace referencia a personas que sienten atracción física y emocional por personas de ambos géneros.
Finalmente, la asexualidad es una orientación sexual en la cual las personas no sienten atracción o gusto sexual hacia otros individuos. Estas personas pueden tener relaciones amorosas y afectivas pero sin necesidad de tener relaciones sexuales.
La inclinación sexual, que es sinónimo de la orientación sexual, está considerada como una tendencia no absoluta.
Por Sara Dominguez