(dpa) – A veces llegamos a fin de año agotadísimos, extenuados por el estrés acumulado durante meses y exhaustos por todos los preparativos navideños adicionales que nos tuvieron al trote hasta último momento. Cuando podemos, una buena solución para dejar todo eso atrás es tomarnos unos días en un spa. Pero ese «gustito» puede ser tremendamente costoso y se esfuma ni bien regresamos a casa. La pregunta es entonces: ¿por qué no armarnos un momento de relax nosotros mismos? Podemos hacerlo sin tener que dar vueltas todo y sin generarnos un gran gasto. Mira estos consejos:
Masaje relajante
A muchos el estrés les queda literalmente pegado al cuello. Si uno sabe cómo masajearse, pude generar un gran alivio. El experto en wellness Lutz Hertel nos recomienda «entrecruzar los dedos de las dos manos detrás de la cabeza, reclinarse un poco hacia atrás y masajear con los pulgares que quedaron mirando hacia abajo la zona muscular que corre a izquierda y derecha de la columna vertebral». Prúebalo y notarás la diferencia que genera algo tan simple.
Tratamiento reconfortante de rostro
El mejor modo de comenzar a relajar es haciendo un baño de vapor. «Es muy fácil. Sólo debes colocar unas gotas de aceite de lavanda en un recipiente de agua caliente y hacerte un baño de vapor directo sobre el rostro», recomienda Anita Bechloch, que escribió un libro sobre cosmética natural. «Lo que más me gusta a mí es preparar una máscara en base a una cucharada de yogur orgánico, una cucharadita de miel y unas gotitas de zumo de limón». Debe valer la pena.
Baño relajante
Si tienes en casa una bañera, no hay como preparar una mezcla que potencie el efecto relajante del agua tibia. «Me encantan los baños con sales de mar y sal de Epsom. Son sales amargas que pueden comprarse en la farmacia», explica Blechloch. «Tienen un alto contenido de magnesio, que puede ser muy bien absorbido a través de la piel y genera un efecto de relajación», comenta. Ese efecto se puede potenciar con aceite de lavanda o de manzanilla, rosas, mandarina o geranio.
Limpieza profunda: el peeling
Los peelings también pueden fabricarse en casa. «yo tomo un poco de sal fina y la mezclo con un buen aceite de base», confiesa Anita Blechloch. Como aceite prefiere recomendar algo de coco, almendras, oliva o girasol. «Sólo es importante que sea de buena calidad», advierte.
Contexto sereno
La sensación de «wellness» y relax no tiene por qué estar supeditada al cuarto de baño. Puede darse en otros ambientes. Lo único que hace falta es un contexto que invite a desprenderse de las tensiones. Podemos acomodarlo con bastantes almohadones, mantas de flecos o abrigadas, colores cálidos y luz de vela, por ejemplo. Lo podemos acompañar con una gran taza de té o de café con leche y una música suave. «No es tan complejo y tampoco significa un gran gasto», observa Lutz Hertel.
Meditación
La meditación puede ser un camino excelente para profundizar la relajación, aunque, por supuesto, no hay una receta que sirva para todos por igual. «Lo ideal es lo que más pueda servirle a cada uno. Varía mucho de persona a persona», explica Rico Schulz, que trabaja como profesor de yoga en Berlín. Rico recomienda probar diferentes métodos. Para comenzar, recomienda tener algún ritual, «como ser generar una transición hacia la relajación con algún té, aroma, ropa o música que nos predisponga bien», recomienda.
Movimientos que expulsen la tensión
Para poder cortar con los asuntos que nos estresan, no siempre tenemos que estar sentados, quietos, meditando o en la bañera. «El movimiento es una gran forma de matar el estrés», observa Hertel. El mejor camino para deshacerse de las energías negativas es hacer algún tipo de ejercicio de resistencia, dice el experto, como caminar, trotar, montar bicicleta, nadar o tener algún entrenamiento que active la circulación.
Reposo sin interrupciones
No importa si elegimos darnos un baño, hacernos un masaje o beber un té en el sofá… lo fundamental de ese mo mento debe ser que nos demos tiempos a nosotros mismos. Si estamos pendientes de los mensajes que entran al móvil, poco podremos relajarnos. «El modo avión también funciona en casa. Yo creo que es la función más importante que ofrecen estos aparatitos», apunta Schulz. Tampoco es primordial hacerse peelings u otras actividades relajantes. «No hacer nada también puede ser un modo increíble de relajar», comenta Hertel, que además nos dice cuál es su mayor recomendación para no tensarse de más: ocho horas de sueño.
Por Julia Felicitas Allmann (dpa)
Foto: Christin Klose/dpa-tmn