Formas efectivas de prepararse y aprobar la Selectividad

Es sabido que uno de los desencadenantes de más tensión en la vida académica de los españoles es la presentación y aprobación de la prueba de Selectividad, ya que la calificación obtenida en esta es un punto determinante en las proyecciones profesionales de muchos de los ciudadanos más jóvenes. Por este motivo la correcta preparación debe ser prioridad y requiere de métodos eficaces de estudio.

Es importante tener en cuenta que para poder acceder a la universidad es indispensable que el joven apruebe la selectividad y, según la calificación que alcance, pueda escoger la carrera universitaria que quiera. En 2017 la Selectividad de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) realizó algunos cambios respecto a la prueba de acceso a la Universidad, conocida siempre como la PAU. Ahora tiene el nombre de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).

¿Por qué se aplica la EBAU? (PAU / Selectividad)

Según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, esta prueba sirve para confirmar, con garantías más o menos estándares de igualdad, que en todo el transcurso de la educación en Bachillerato se han formado las aptitudes y conocimientos indispensables para hacer frente exitosamente a los complejos estudios universitarios.

A pesar de que la aplicación de la prueba es vista por muchos de forma común, sigue siendo un poco controversial para algunas perspectivas dentro y fuera del país. Sin embargo, la nota alcanzada en la Selectividad puede condicionar en gran medida el futuro de cualquier joven español con metas profesionales que vayan de la mano con la educación Universitaria.

Métodos eficaces para aprobar la selectividad

Teniendo en cuenta las diferencias que caracterizan la admisión o estructuras de la pruebas, se pueden establecer pautas generales para prepararse para la Selectividad.

Según los expertos en el área, todas las asignaturas como física, matemáticas, biología, entre otras, que pueden ser estudiadas en libros de texto específicos necesitan complementarse adecuadamente. Este tipo de estudios no son suficientes para obtener una preparación completa para la prueba, y es necesario fortalecer su preparación con exámenes de Selectividad resueltos de años anteriores que le permitan tener la preparación correcta. Más que un método de aprendizaje, estudiar exámenes de selectividad de otras ediciones le ayudarán a ver cómo será la prueba a la que se tiene que enfrentar, y además sabrá que es lo que se valora en estas pruebas.

Además, hay que usar una estrategia de estudio que le permita al joven estar preparado emocionalmente para enfrentar la tensión el día de la prueba. Esto le permitirá llegar a la Selectividad con mayor tranquilidad y conocimiento práctico.

Tener en cuenta el tiempo

Lo primero que hay que decidir es cuándo empezar, y cuanto antes sea, es mejor. El cerebro necesita tiempo para digerir inconscientemente todo lo aprendido. Por esta razón, es importante estudiar de forma progresiva y constante con bastantes semanas (o meses si es posible) de anticipación. Durante este tiempo es recomendable hacer apuntes específicos para el momento del repaso.

Método de esquema

El método de esquemas puede considerarse como la creación de un árbol de información. Se debe anotar los temas principales del examen en hojas separadas por asignaturas. Estas son las primeras ramas del árbol. A continuación se presentan subtemas, que son agrupaciones de información más específicas dentro de cada tema principal.

Para empezar a memorizar, hay que concentrarse en un tema principal a la vez hasta que se haya aprendido bien. Una vez que el tema y la información están bien almacenados, se puede pasar al siguiente tema, siempre y cuando se realicen los apuntes correspondientes. Para el primer tema principal, se comienza por la parte inferior y se lea a través del esquema. Después de tener una comprensión general de la información, hay que enfocarse en la repetición de las frases o puntos resaltantes para cada tema, ya que esto ayudará a recordar el contenido.

Registro del progreso

Un plan de estudios es inútil si no se lleva un registro de los progresos realizados. Saber dónde se está también ayudará a mantener altos niveles de motivación. Cualquiera que sea la técnica elegida, es importante tener una retroalimentación visual del progreso.

El joven puede poner una «X» en el calendario por cada día que se haya logrado alcanzar el número de páginas que se ha propuesto estudiar. También puede hacer dos grupos de libros sobre el escritorio: por un lado el material terminado y por el otro el que aún no ha sido estudiado.Es importante llevar el registro de las pruebas de Selectividad consultadas de años anteriores, desde los temas estudiados hasta las calificaciones obtenidas.

Descanso y repaso

Después de que el joven se sienta seguro sobre cada tema, debe parar de estudiar y tomar un descanso. La idea es no tratar de meter todo de una vez en la memoria a corto plazo. Se tiene que dar tiempo al cerebro para internalizar inconscientemente toda la información obtenida. Después se puede empezar a refrescar la información con los apuntes realizados desde el inicio del proceso.

El día del examen, hay que dejar que el despertador suene al menos dos horas antes de la prueba. Una hora y media antes del examen se puede revisar algunas notas. Es importante mantener la calma y relajarse lo más posible, ya que el estrés puede ser contraproducente.