Buenos Aires, 9 nov (dpa) – La Iglesia católica argentina aceptó iniciar un reemplazo gradual de los fondos que recibe del Estado por aportes de los fieles, anunció hoy la Conferencia Episcopal.
La decisión tiene lugar en medio del creciente reclamo de una separación de la Iglesia y el Estado en la Argentina. La campaña tomó fuerza en el marco del fracasado debate para legalizar el aborto y llevó a miles de personas a iniciar los trámites de apostasía para desligarse institucionalmente de la Iglesia católica.
Los obispos acordaron en la plenaria de la Conferencia Episcopal «aceptar el reemplazo gradual de los aportes del Estado (asignaciones a los obispados, becas para los seminaristas y parroquias de frontera), por alternativas basadas en la solidaridad de las comunidades y de los fieles, asumiendo el espíritu de las primeras comunidades cristianas, que ponían lo suyo en común».
A la vez, la Iglesia decidió crear una Comisión Episcopal para el sostenimiento de la misión evangelizadora de la Iglesia. Esta trabajará en la creación de un «fondo solidario y la continuidad del diálogo con el Gobierno Nacional, consensuando diversas alternativas que facilitarán este reemplazo», señala el comunicado de la Conferencia Episcopal.
El presupuesto público argentino de 2018 preveía el envío a la Iglesia a lo largo del año de unos 130 millones de pesos (unos 7 millones de dólares en enero y unos 3,5 millones de dólares hoy, tras la devaluación).
Además, el Estado nacional financia la mayoría de las escuelas católicas a través de aportes del fondo nacional de incentivo docente para los salarios de maestros. También se destinan partidas a instituciones católicas desde la Secretaría de Acompañamiento y Protección Social.
