Levantar la mirada con dirección hacia el cielo y afirmar sin titubeo: “el cielo es rojo”, es una mentira del tamaño de una catedral gótica, de esas que son absolutamente descaradas porque todo el mundo puede comprobar que no es cierto. Si usted dice públicamente: “el cielo es rojo”, la gente puede pensar dos cosas, la primera es que usted no ve bien y la segunda es que usted está mal de la cabeza.
Pues bien, una mentira de esa magnitud es difícil de escuchar, a menos que alguien haya tenido el infortunio de escuchar al representante de Podemos, Iñigo Errejón, afirmar recientemente durante una entrevista que “en Venezuela se come 3 veces al día”. Existen las mentiras descaradas y luego está esa, que ya sobrepasa el nivel de atrevimiento y la poca vergüenza que un ser humano puede demostrar.
La pregunta que se hacen los venezolanos que padecen en carne propia la crisis de su país, la pregunta que se hacen los políticos y los ciudadanos de otros países que tienen tan sólo un mínimo de sentido común (porque no hace falta ser muy listo para analizarlo) es, ¿cómo se puede ser tan cínico cuando la realidad de Venezuela está a la vista de todos?
Cómo alguien puede decir que en Venezuela se come tres veces al día, mientras la suela de su zapato está a la misma altura de quienes están desesperados escarbando los basureros diariamente para conseguir cualquier cosa que les llene un poco el estómago. El señor Errejón le ha dado una cachetada al pueblo venezolano, ha pisoteado aún más la dignidad de un pueblo que se acuesta con hambre todas las noches, de un pueblo que tiene veinte años sumido en una dictadura vil e insolente.
Es una vergüenza que un líder de un partido tan importante en España se atreva a declarar durante una entrevista con la revista chilena «The Clinic», tal aberración. Además, hay que tomar en cuenta que esta declaración se produce a pesar de que cada vez es menos frecuente escuchar a líderes de izquierda extranjeros defendiendo la gestión del régimen de Nicolás Maduro, simplemente porque lo que está a la vista no puede ocultarse.
No se trata de ser de derecha o de izquierda, la crisis humanitaria en Venezuela no distingue de posiciones o colores políticos. Estamos hablando de una dictadura cruel donde mueren decenas de personas diariamente por hambre, por falta de medicinas, a causa de la delincuencia o por otras tantas razones. Ningún líder de izquierda en su sano juicio se atrevería a defender al régimen de Nicolás Maduro en estos momentos debido al violento deterioro que atraviesa el país sudamericano.
Escuchar a Iñigo Errejón decir tal barbaridad es injustificable y absolutamente despreciable. Al menos tres millones de venezolanos se han ido de su país, la masiva ola migratoria de venezolanos caminando hasta descalzos en la frontera hacia Colombia es una cruel realidad. ¿Cómo alguien puede tener la intrepidez para decir públicamente una mentira como la que pronunció el señor Errejón? Es sencillamente indignante que este personaje sea parte de la política española. Lo primero que tiene que hacer es ir al oculista a que le cambien la fórmula de las gafas, porque evidentemente está ciego perdido.
Y en todo caso, si Venezuela está tan bien como dice, ¿por qué no se va a vivir para allá? Seguramente comerá mucho mejor que en España, o seguramente podrá caminar tranquilo con su teléfono inteligente por las calles de noche sin temor a que lo roben o lo maten. O seguramente podrá también conseguir medicinas cuando se enferme. Toda Venezuela lo invita hoy a que pase unas vacaciones palpando la realidad de cerca.
Pero y es que además estas absurdas declaraciones han levantado la pólvora incluso aquí en España. Según la agencia de noticias Europa Press, el opositor venezolano y preso político de la dictadura venezolana, Antonio Ledezma, quien reside actualmente en Madrid, se refirió a Errejón como “Lucifer” por desear para España “el infierno” que vive Venezuela.
Igualmente, el director del diario venezolano El Nacional, Miguel Henrique Otero Silva, que vive exiliado en Madrid desde hace cuatro años, le dijo al diario EL PAÍS que cada vez hay menos líderes de la izquierda europea que defienden en público al régimen de Maduro.
“En privado te dicen que Venezuela es un desastre pero que no pueden dejar de apoyarlos por razones ideológicas y geopolíticas”, aseguró Otero.
En la misma línea, de acuerdo con el diario EL PAÍS, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, se pronunció también en contra de las declaraciones de Errejón y afirmó que es “lamentable” que el representante de Podemos defienda públicamente el régimen dictatorial de Venezuela.
Asimismo, y por si todo lo anterior fuese poco, Iñigo Errejón también se atrevió a decir durante esa entrevista que “ha habido importantísimos avances en Venezuela” a lo largo del proceso político que ha vivido el país bajo el gobierno chavista.
Lo que ve el representante de Podemos es muy distinto a lo que vemos los demás. La mayoría de la gente lo que observa es un país que pasó de ser rico a ser absolutamente miserable, un país que durante los años 70 y 80 era una nación soñada en la que desembarcaron cientos de españoles, italianos, portugueses y que lamentablemente hoy, esa misma gente se ha regresado con el corazón roto a sus países de origen porque la única verdad es que la crisis en Venezuela no se aguanta.
Eso sin contar que Venezuela es el país más violento del mundo actualmente y con la inflación más elevada nunca antes registrada, entonces, ¿cuál ha sido el avance que ha tenido Venezuela en 20 años de chavismo? Al contrario, el escenario está claro. Ha sido una constante involución.
En resumen, Iñigo Errejón ha quedado en ridículo a nivel internacional, pero lo que es más grave de todo, es que gente como él pretenda gobernar a España en el futuro. No hay nada más miserable que un español le desee a su hermoso país, la desdicha y la tragedia que está viviendo Venezuela. Eso sí, no tiene perdón.
S.A.P