Los seres humanos tenemos el grandísimo defecto de fijarnos siempre en las cosas negativas antes que en las positivas. Es como si nuestro cerebro estuviese entrenado desde que nacemos, para ver el vaso “medio vacío” y no “medio lleno”. Y esto que digo, lo aplico también a la política.
Todos los países tienen miles de problemas, algunos más y otros menos, eso está totalmente claro. Sin embargo, no siempre la portada de un periódico debe resaltar “lo mal que lo están haciendo” estos políticos, o aquel gobierno, o este otro. Precisamente porque, aunque las noticias negativas produzcan morbo y quizás generen más audiencia, hay muchas cosas buenas y agradables que pasan en el mundo todos los días y que también merecen ser titulares de primera plana, no una vez, sino siempre.
Hace pocos meses, el 31 de julio de 2018 para ser exactos, España volvió a establecer a través de un Real Decreto la universalidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), y, aunque esta noticia salió publicada en todos los medios, hay mucha gente que, aunque se beneficia enormemente de esta medida, desconoce de qué se trata. Por lo tanto, me parece oportuno explicar y analizar el tema.
Para empezar, la asistencia sanitaria universal, se refiere al acceso a la asistencia y atención médica completa de todos los residentes de un país, sin importar su capacidad económica o situación personal. Esto último es muy importante: “sin importar su situación personal”.
Es decir, con la aprobación de este Real Decreto tienen derecho a recibir asistencia sanitaria: los inmigrantes en situación administrativa irregular, así como las personas nacionalizadas en España, los extranjeros residentes, los pensionistas que residen en otros países y los trabajadores transfronterizos.
Esto sin duda, es una medida increíblemente solidaria, positiva e inclusiva, ya que, algo tan básico como la atención médica es ahora accesible para cualquier persona que se encuentre en territorio español. Resalto esta parte porque España es uno de los pocos países del mundo que ofrece este beneficio tan increíble, y pienso que, así como criticamos, también debemos alabar las cosas “positivas” que tiene un país.
Además, solamente en el continente europeo la sanidad universal es un derecho ampliamente reconocido, pero en otros continentes, la sanidad universal es prácticamente inexistente y esto es algo realmente lamentable y excluyente.
Fuera de Europa la sanidad universal está reconocida sólo en Canadá, Argentina, Costa Rica, Venezuela, Ecuador, Cuba, Botsuana, Japón y Tailandia. En pocas palabras la sanidad universal es casi nula en África y en Asia y es un beneficio exclusivo de algunos países de América.
La universalidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) en España, desliga completamente la asistencia sanitaria de la condición de asegurado.
Igualmente, en aquellos casos en que las personas extranjeras no hayan superado el periodo de estancia temporal al que se refiere la Ley 4/2000 sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social (90 días), será preceptiva la emisión de un informe previo favorable de los servicios sociales competentes de las comunidades y se financiará la asistencia sanitaria de igual manera, siempre que no exista la obligación de acreditar la cobertura de la prestación sanitaria por otra vía.
Por otra parte, la nueva normativa establece “igualdad de condiciones” en relación con la aportación farmacéutica para las personas extranjeras no registradas ni autorizadas como residentes en España.
En resumen, la atención sanitaria universal implica que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos.
Desde mi punto de vista, es muy importante que cada vez más países implementen la universalidad de la sanidad, ya que, actualmente son muy pocos todavía y yo creo fielmente que todos merecemos ser atendidos a nivel sanitario independientemente de nuestra situación en un determinado momento.
Soraya Andreina Pérez