(dpa) – Navegar a la deriva por los mares de un planeta desierto: en realidad, un escenario del día del juicio final. ¿O más bien una fantasía relajadora? «FAR: Changing Tides» invita a los jugadores a hacer una pausa del ajetreo y bullicio diario para sumergirse en una experiencia apasionante y meditativa.
Los jugadores acompañarán a Toe y su nave en un viaje por un mundo postapocalíptico totalmente destruido. En este no hay oponentes humanos ni monstruos contra los que luchar. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que son muchos los obstáculos que hay que vencer para que el barco pueda seguir navegando: si hay un puente en el camino, hay que replegar rápidamente la vela; en caso de necesidad, habrá que convertir el barco rápidamente en un submarino.
Como todo juego de plataformas, «FAR: Changing Tides» utiliza vistas de desplazamiento horizontal hacia la izquierda o derecha. Al igual que en otros clásicos del género, las tareas se desarrollan en varios niveles.
Pero es sobre todo el mundo de «FAR: Changing Tides» el que deja una impresión especial. La nave de Toe se desplaza por un sinnúmero de escenarios. Quienes los exploren podrán mejorar el barco con nuevos elementos, de modo que este se mantenga estable incluso en mares agitados.
Si bien habrá que estar atento todo el tiempo, el atmosférico mundo de «FAR: Changing Tides» ofrece una experiencia reconfortante. Ya sean pueblos abandonados, icebergs o simplemente una hermosa puesta de sol: el juego tiene mucho que ofrecer, siempre que se esté atento a lo que se avecina.
«FAR: Changing Tides» está disponible para PC, PlayStation, Xbox y Nintendo Switch.