(dpa) – Las personas que tienden a sentir náuseas cuando viajan deberían prestar atención al asiento que eligen. En autobús, lo ideal sería el asiento detrás del eje delantero y en coche el asiento del acompañante. Durante el viaje conviene mirar por la ventanilla hacia afuera en vez de leer o jugar con el teléfono.
Los viajes en tren suelen causar menos dificultades, dado que la velocidad de estos es relativamente constante y los recorridos suelen ser rectos. Sin embargo, algunas personas la pasan mal si viajan sentadas en dirección contraria a la de marcha, es decir, mirando hacia atrás. En esos casos conviene que pidan un cambio de asiento, de modo de poder viajar mirando hacia adelante.
En el caso de los aviones, se recomienda elegir un asiento de ventanilla a la altura del ala. La situación suele ser a menudo desagradable en los barcos. Si se marea con las olas, puede ayudar un poco estirarse en la cabina.
En ferris o barcos de excursiones no suele haber camas a disposición. En estos casos, el consejo es buscar un asiento en la parte media del barco, que suele ser el lugar más estable a bordo. O, si el estado del mar y el tiempo lo permiten, se puede buscar un sitio en la barandilla y fijar la mirada en el horizonte.
A algunas personas les ayuda chupar un caramelo o mascar un chicle, porque las distrae. Por otra parte, se recomienda comer algo ligero antes de viajar o volar para no estar con el estómago vacío.
Además de estos consejos, hay medicamentos que pueden ayudar a evitar las náuseas y los vómitos. Sin embargo, en el caso de niños de menos de 12 años solo hay que medicarlos, ante estos síntomas, si no ayuda ninguno de los otros consejos, debido a los efectos secundarios de las medicinas.
Las náuseas y mareos a la hora de viajar son causadas por las señales confusas que recibe el cerebro: mientras que el cuerpo casi no se mueve, el sentido del equilibrio percibe que hay movimiento.