(dpa) – Más de tres meses después de que fueran cerradas debido a la pandemia de coronavirus en China, la Ciudad Prohibida en Pekín y la Gran Muralla China reabrieron sus puertas a los visitantes.
También parques y museos chinos volvieron a abrir sus puertas desde el 1 de mayo, aunque las entradas deben reservarse por Internet y el número de visitantes se limitó drásticamente.
El complejo palaciego de la Ciudad Prohibida sólo permite 5.000 visitantes por día, cuando antes permitía 80.000.
Los parques urbanos, en tanto, sólo autorizan el 30 por ciento del número usual de visitantes y a todas las personas se les toma la temperatura a la entrada.
Además los visitantes deben llevar mascarilla y mostrar un código verde en una app de su teléfono móvil cuyo uso ahora está extendido en China para que las personas demuestren que no están enfermas y que no tuvieron contacto con infectados por el coronavirus. Los visitantes además deben mantener distancia física unos de otros.
La apertura de las atracciones turísticas para el 1 de mayo es otro indicio de que China tiene el virus bajo control.
Desde el comienzo del brote en China se informó oficialmente de 4.633 muertos y 82.919 infectados, según datos de la Comisión Nacional de Salud de China del 11 de mayo.
De todas maneras, los analistas consideran que muchos casos no fueron contemplados en las estadísticas. Las autoridades llamaron a la población a seguir manejándonse con cautela y a tomar todas las medidas de protección indicadas.