Hamburgo, 5 ene (dpa) – La Filarmónica del Elba brilla desde hace cinco años a orillas del Elba en el puerto de Hamburgo y se ha convertido en un símbolo cultural de la ciudad alemana.
El quinto aniversario de su inauguración el próximo 11 de enero será celebrado con un festival de nueve días y una nueva instalación artística lumínica en abril, aunque algunos conciertos debieron ser postergados por la pandemia de coronavirus, entre ellos el monumental «Arche» de Jörg Widman, con 300 intérpretes.
Kent Nagano y la Orquesta Filarmónica Estatal de Hamburgo presentarán un programa alternativo. También en la lista de invitados figuran Simon Rattle, Daniel Barenboim, Jordi Savall, Charles Lloyd y John Scofield.
«La Filarmónica del Elba es música que no solo refleja la diversidad del amplio mundo de la música, sino una obra de arte total que cumple una función de embajadora», declaró a dpa el secretario general del Consejo Alemán de la Música, Christian Höppner.
Unos 2,7 millones de espectadores asistieron a casi 2.500 conciertos en ambas salas de la Filarmónica del Elba hasta su cierre en marzo de 2020 por la pandemia de coronavirus.
El público de los conciertos en este complejo de auditorios de Hamburgo casi se ha triplicado, con 1,2 millones de visitantes al año en la Filarmónica del Elba y la Laeiszhalle.
La llamada «Plaza», un mirador ubicado a 37 metros de altura, con vistas impresionantes al puerto y la ciudad, podría llegar a 15 millones de visitantes en marzo, según los cálculos.
«La tarea central de la Filarmónica del Elba, ampliar el público de la música clásica, se ha cumplido totalmente», declaró el director artístico Christoph Lieben-Seutter en una entrevista con dpa.
Para Kent Nagano, el director general de la Orquesta Filarmónica Estatal, la Filarmónica del Elba es «una historia de éxito absoluto».
«Una sala de conciertos tiene que sonar bien, por supuesto, pero eso es solo una parte de la historia. Es igual de importante que una sala de conciertos sea un lugar de encuentro para la sociedad. Y eso es lo que ha conseguido la Filarmónica del Elba», dijo Nagano a dpa.
«Ha ayudado a Hamburgo a conseguir una nueva identidad cultural, también a nivel internacional. Incluso mi madre en California dice: ‘Me encanta la Filarmónica del Elba'».
Sin embargo, la construcción de la Filarmónica del Elba fue todo menos una historia de éxito. El plazo de construcción se amplió de tres a diez años, al tiempo que los costos treparon de 77 millones a 789 millones de euros (de 87 a 893 millones de dólares, según la cotización actual).
Pero ya al poco tiempo de haber sido inaugurada, la que fuera considerada un cementerio de millones de euros se transformó en un celebrado emblema.
Los hamburgueses y los turistas están fascinados con la «ola de cristal» diseñada por los arquitectos Herzog & De Meuron y disfrutan de la vista panorámica del puerto de Hamburgo desde su plataforma.
Y acuden en masa a los conciertos, tanto en el auditorio pequeño como en el mayor, a los que llegan a actuar estrellas de la música clásica, pero también de otros géneros como el jazz y la música electrónica.
Por la Filarmóncia del Elba han desfilado también incluidos grandes artistas de América Latina como los brasileños Gilberto Gil y Caetano Veloso.
La sala de la Filarmónica del Elba podría ser una de las diez mejores salas de concierto del mundo, y para muchos ya lo es. «Amo esta sala. Es muy, muy honesta, se escucha todo. Esto es también un desafío muy grande porque hay que tocar realmente bien. La sala es como un instrumento que tocamos», dice Kent Nagano.
Su colega estadounidense Alan Gilbert, director de la Orquesta Estable de la Filarmónica del Elba, completa la idea: «El mayor reto para mí es, concretamente, dar conciertos extraordinarios. La acústica de la sala se adapta a casi cualquier tipo de música si se sabe manejar».
Todas las orquestas y artistas importantes han sido invitados varias veces desde la inauguración, desde las Filarmónicas de Berlín y Viena hasta Teodor Currentzis.
El director artístico Lieben-Seutter también está feliz en lo que respecta a la música clásica. Pero más allá de la música clásica, todavía tiene algunos deseos pendientes.
«También recibimos peticiones de los más grandes nombres y leyendas a quienes les gustaría presentarse aquí. El problema suele ser la agenda, que ya está reservada de esta fecha a varios años. Por ejemplo, en este momento no podemos encontrar una fecha para Bob Dylan», reveló.
Por Carola Grosse-Wilde (dpa)