(dpa) – Hay alguien se conecta desde Nueva York, Shanghái se une. Y Roma saluda. No todos los días la Berlinische Galerie tiene tantos visitantes internacionales. Casi cien usuarios se han unido a la transmisión en directo en Instagram para participar en un tour guiado virtual llevado a cabo por la comisaria Hanna Vogel -los grupos de las visitas físicas no suelen ser ni la mitad de grandes-.
Gracias a la cámara de la profesora de arte Marie Newid, los participantes de la visita en streaming podrán apreciar de cerca las fotos de UMBO -nombre con el que se conoce a Otto Maximilian Umbehr (1902-1980), representante de la escuela de arte y diseño Bauhaus, considerado uno de los fotógrafos más importantes del arte moderno-.
El proyecto, como otros tantos que se están llevando a cabo actualmente en todo el mundo, es la respuesta de la Asociación Alemana de Museos a la crisis del coronavirus.
«Ahora más que nunca nos centramos en nuestras ofertas online», afirma a dpa Christina Haak, vicepresidenta de la Asociación Alemana de Museos. Y añade que, debido a las circunstancias, la comunicación e interacción de las personas se está desplazando al ámbito virtual, por lo que «la presencia en línea de los museos está siendo reforzada».
En la situación actual, los servicios virtuales dependen en gran medida de las condiciones particulares de cada museo, de que hayan digitalizado previamente las obras, dice Haak.
Por su parte, la Berlinische Galerie improvisa y experimenta soluciones. Las visitas guiadas semanales que llevaban a cabo los conservadores del museo han sido trasladadas a Instagram.
La directora de la Galería, Katharina Faller, supervisa y responde los comentarios de los espectadores remotos. Para peticiones como «en inglés, por favor», señala la variante a cliquear correspondiente. Lo que más abunda en los mensajes que recibe son iconos de corazones, manos que aplauden o pulgares levantadosa a modo de aprobación.
Al igual que Vogel, Haak no considera las ofertas digitales como sustitutas de una visita física al museo: «No es comparable a la experiencia de observar el objeto real». Haak está también a cargo del proyecto digital federal Museum 4.0. Según ella, «la visita física a una sala de exposiciones tiene un efecto emocional en el espectador, más allá de la impresión visual».
Cuando la visita guiada a la exposición de Umbos en streaming se detiene en el retrato íntimo del pintor Paul Citroen (1896-1983), el número de reacciones de los espectadores en Instagram aumenta inmediatamente. «Asombroso», «genial» o «conmovedor» son algunas de las acotaciones más comunes.
Lamentablemente, mientras realiza la visita guiada virtual, Hanna Vogel, no puede estar al tanto de los comentarios de los participantes ni responder a los mismos. Esa es una de las desventajas respecto a la última visita guiada in situ que hizo de la exposición de Umbo antes de la pandemia. «Se pierde espontaneidad», opina.
Por Gerd Roth (dpa)