Leverkusen (Alemania) 10 mar (dpa) – El gigante agroquímico y farmacéutico alemán Bayer ingresó 2.600 millones de dólares (2.400 millones de euros) gracias a la venta de su área de negocio de productos para el control de plagas y herbicidas a la empresa Cinven, según anunció hoy.
El inversor financiero desembolsó un «precio de compra muy atractivo» por el departamento denominado «Environmental Science», explicó Rodrigo Santos, miembro del consejo de administración de Bayer.
Santos añadió que la venta permite al grupo alemán concentrarse en su actividad agrícola principal.
La división de plaguicidas y productos para combatir malas hierbas, cuya sede se trasladó de Francia a Estados Unidos, vende agroquímicos a usuarios profesionales, ya sean propietarios de bosques, municipios o grupos industriales.
Los ámbitos de aplicación son, por ejemplo, los campos de golf y las zonas verdes de los parques o las plantas industriales. Los productos no están destinados a la agricultura.
«Environmental Science» no tiene productos que contengan glifosato en su cartera; estos permanecerán en el surtido de Bayer a largo plazo.
A finales de 2021, la división de Bayer que ahora pertenece a Cinven contaba con 800 empleados, y las ventas anuales en 2019 rondaban los 600 millones de euros. Bayer no reveló una cifra de facturación más actualizada debido al proceso de venta iniciado hace un año.
La división de productos químicos agrícolas («Crop Science»), que incluía «Environmental Science», registró ventas por 20.200 millones de euros en 2021, por lo que la cuota de la parte vendida es pequeña. Se espera que la transacción se complete en la segunda mitad del año.
El grupo con sede en Leverkusen, en el oeste de Alemania, quiere utilizar los ingresos netos para reducir sus deudas.
Bayer sigue sufriendo las consecuencias de la adquisición de la empresa estadounidense de semillas Monsanto, que le ha acarreado decenas de miles de demandas por los supuestos riesgos de cáncer de los herbicidas que contienen glifosato. La disputa le está costando muchos miles de millones.
A pesar de la reciente mejora de los negocios de Bayer, el precio de la acción ha estado bajo presión durante años. Actualmente, las acciones cuestan cerca de la mitad de lo que costaban antes de la compra de Monsanto en 2018.
Por ello es importante la decisión que tome pronto el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre si acepta la revisión de un caso emblemático sobre el glifosato. Si llegara a juicio, la sentencia podría marcar un hito. La empresa alemana espera que una posible victoria ponga básicamente fin a las demandas.
Bayer ha reservado dinero para otros posibles pagos a futuros demandantes en caso de que el tribunal no acepte la demanda o falle en su contra.