(dpa) – Tener una buena conexión a Internet en el coche permite ver películas o escuchar música en streaming y que todos disfruten de un viaje agradable, pero si la conexión no funciona correctamente, las molestias y el fastidio se convierten en los protagonistas.
La forma de funcionar depende de cómo entra Internet en el coche y cómo se distribuye en el interior, convirtiéndolo en un hotspot, un punto de conexión móvil.
«Básicamente, estamos acostumbrados al smartphone», comenta Holger Ippen, de la publicación especializada «Auto Zeitung». «En el coche también funciona, pero la conexión a Internet suele funcionar mejor con las soluciones instaladas por los fabricantes», añade.
Con una tarjeta SIM integrada y la propia antena del automóvil, la recepción es significativamente buena.
«Actualmente, todos los vehículos nuevos ya incoporan una tarjeta SIM para la llamada de emergencia E-Call, disponible de fábrica. Esto significa que ya no es complicado para los fabricantes hacer que esta conexión de datos sea utilizada para servicios de entretenimiento», explica Ippen.
En la mayoría de los casos, el cliente puede utilizar servicios como información de tráfico en tiempo real, previsiones meteorológicas o búsqueda de gasolineras sin coste durante los tres primeros años. Ippen explica que quien quiera mantener el servicio o ampliarlo, tendrá que pagar.
También es posible instalar una red WLAN en el coche mediante una SIM integrada adicional, pero no todos los fabricantes lo hacen posible.
«La desventaja de estas ofertas es que el cliente no puede elegir el proveedor de telefonía móvil y la selección de la tarifa es muy limitada», observa Markus Weidner, del portal de telecomunicaciones «Teltarif.de».
Pocos fabricantes optan por las SIM de itinerancia que pueden acceder a diferentes redes móviles. Además, en la mayoría de los sistemas tampoco es posible usar una tarjeta SIM propia.
Otra forma de conectividad del coche es usar un punto de acceso móvil LTE. «Se conecta al encendedor, por ejemplo, y funciona como un pequeño router», explica Ippen, quien añade que estos mini routers están equipados con una tarjeta SIM y a menudo transmiten hasta 150 Mbit/s y permiten conectar a Internet hasta diez dispositivos.
La tarjeta SIM de datos necesaria para esta conexión suele ser más barata que las tarjetas SIM de los teléfonos inteligentes con telefonía y datos.
Sin embargo, esta solución requiere que el usuario instale un cableado adicional en el habitáculo. Ippen aañade que otra desventaja es que apenas se puede mejorar la recepción.
Lo mismo sucede con el uso de un smartphone como punto de acceso. «Por regla general, no se puede llegar a la antena instalada en el coche y casi ningún smartphone ofrece hoy en día la posibilidad de conectar una antena externa», se lamenta Weidner.
Quien utilice su teléfono móvil como punto de acceso debe colocarlo en la mejor ubicación en el habitáculo del vehículo.
«Los teléfonos inteligentes ofrecen mejor recepción cuando se colocan en la parte delantera del salpicadero, justo debajo del parabrisas», recomienda Peter Richert, profesor de Tecnología de la Comunicación en la Universidad Técnica de Münster, en Alemania.
Richert señala que esa es la misma zona donde se recibe la señal del GPS y que igualmente la señal se recibe en el coche algo atenuada, pero no tanto como se cree.
El profesor añade que aunque un vehículo de metal protege a los ocupantes de las radiaciones debido al efecto de jaula de Faraday, las emisiones de los teléfonos móviles todavía pueden penetrar porque se propagan de diferente forma que las ondas electromagnéticas.
La instalación siempre puede ser mejorada a través de técnicos especializados. «Hay ofertas como Phonebox, que permite utilizar el smartphone y también acceder a la antena del vehículo», explica Ippen.
Algunos modelos también tienen ranuras adicionales para tarjetas SIM, de modo que se puede utilizar un contrato de telefonía móvil ya existente y usar varias SIM. O simplemente se puede insertar una tarjeta SIM de datos de contrato propio. Otra ventaja de esta solución es la conexión a la antena.
Por Claudius Lüder (dpa)