Ante una realidad socioeconómica que cambió drásticamente en los últimos años, es bastante evidente que muchas empresas, PYMES, familias o personas requieren de soluciones financieras que se adapten a estos nuevos tiempos, a la realidad laboral y económica de cada quien, y en ese contexto las soluciones digitales llevan la delantera.
Un buen ejemplo -si bien no el único- es el de los minicréditos Wannacash, que son alternativas de financiación donde se pueden solicitar importes desde los 100€ hasta los 1.000€ con tasas de interés competitivas, aportando una documentación básica y con un procedimiento totalmente digitalizado, siendo esas, a la vez, algunas de las razones de que estas empresas sean tan solicitadas en la actualidad.
Razones de la popularidad de los préstamos rápidos
Para nadie es un secreto que las necesidades de financiación, tanto de créditos al consumo como de préstamos para otros fines, siempre han existido indiferentemente de las clases sociales o el poder adquisitivo de cada uno. La financiación es una herramienta muy poderosa y virtuosa cuando es bien utilizada.
La realidad es que las entidades bancarias tradicionales son bastante rígidas para la aprobación de soluciones como las citadas, y es allí donde solicitar un crédito a través de internet, en empresas de préstamos rápidos, se convirtió en una opción mucho más inteligente, sobre todo atendiendo a las razones que los usuarios esgrimían casi siempre como ventajas.
Rapidez y alta tasa de aprobación
La primera ventaja evidente de las plataformas de créditos rápidos por internet es, precisamente, la rapidez con la que se hace una solicitud y la rapidez, también, con la que esa solicitud es respondida. Muchas empresas pueden aprobar el préstamo -dependiendo de la cantidad, claro está- en menos de 24 horas.
A eso se le debe agregar la alta tasa de aprobación, algo en lo que se diferencian enormemente de los bancos tradicionales, donde solicitar un crédito -incluso menor a los 1.000 euros- está sujeto a condiciones y requisitos muy estrictos, a menudo incompatibles con la capacidad financiera de los solicitantes. Los préstamos rápidos por internet, en ese caso, son mucho más flexibles.
Libre utilización y tasas competitivas
Otra razón por la que actualmente los préstamos rápidos son tan solicitados está en que se pueden utilizar libremente y las plataformas rara vez consultan cuál será esa utilización; algo en lo que también difieren de los bancos tradicionales.
Si a eso se le suma que si se realizan solicitudes con periodos iguales o menores a 7 días para su devolución, no hay que pagar ninguna tasa de interés, o en su defecto, que las tasas de interés y los plazos son configurables totalmente por el usuario; todo da como resultado una herramienta altamente competitiva para utilizarla como instrumento de financiación primario.
Útil como instrumento de emergencia
Cuando se quieren solucionar problemas de liquidez, aprovechar un producto con un descuento importante, costear alguna emergencia, está más que demostrado que los préstamos tradicionales no son una alternativa. La principal razón es la lentitud para su aprobación.
Pero sí lo son los préstamos rápidos. Estos, gracias a aprobarse en 24 horas o menos, son ideales como instrumentos de financiación de emergencia, por lo que pueden ser incluso compatibles con la solicitud de microcréditos algunos días antes del cobro del salario, permitiendo apalancarse sin intereses durante algunos días; y siendo uno de los usos de emergencia más comunes de los usuarios, porque es ideal para sufragar gastos básicos, deudas, pendientes o emergencias.
Todo se realiza desde internet
Lo que más gusta de los préstamos rápidos por internet es precisamente que desde la solicitud primaria, desde el cálculo del crédito, hasta el envío de los documentos solicitados o la aprobación, todo se realiza desde una plataforma reconocible e intuitiva, sin necesidad de ir a ninguna oficina o de esperar por trámites burocráticos.
Es, entiéndase, un mecanismo de financiación adaptado a la nueva realidad económica, social y tecnológica a la que ya todos están habituados.