Una vez en Galicia, en la provincia de la Coruña se encuentra en el municipio de Portoson un espectacular castro situado a la orilla del Atlántico y bañado por las rías de Muros y Noia.
Este castro fue ocupado desde el siglo I aC. al I. dC.
Es un castro claramente defensivo que poseía dos murallas a su alrededor y aún hoy se conservan los restos de veinte viviendas de planta circular y oval.
Decimos que el castro era de estructura defensiva puesto que tiene un foso de cuatro metros de ancho y tres de profundidad que todavía se puede apreciar hoy en día.
El castro de Baroña está situado en un enclave mágico, al lado del mar, entre rocas , junto a una extensa playa de arena blanca llamada playa de Arealonga y a sus espaldas la sierra de Barbanza con numerosos restos arqueológicos, mamoas,dólmenes, petroglifos, bellas cascadas y mucho por ver y visitar.
La playa de Baroña fue la primera playa nudista en Galicia.
Estamos ante un castro marítimo construido a 33 metros sobre el nivel del mar .
Su fuerte relación con el mar se constata por los restos encontrados en una zona del Castro denominada «concheiro», se llamaba asi por la cantidad de conchas de moluscos y mariscos amontonadas en ese lugar.
Los habitantes del Castro de Baroña recogían marisco en la playa y los acantilados y practicaban la pesca. Entre los restos de los concheiros se encontraron anzuelos y demás utensilios necesarios para la actividad pesquera así como espinas y vertebras de pescados.
Aunque se cree que era un poblado autosuficiente no hay rastro de un pozo por lo cual se deduce que el agua tenían que ir a buscarlo al exterior.
Si se aprecia un horno para fundir el bronce clara prueba de su actividad metalúrgica.
En cuanto a las casas, estamos ante un poblado Galaico con viviendas de tipo circular pero no se aprecian restos de puertas o ventanas y si lo comparamos con el castro de Santa Tecla en A guarda (provincia de Pontevedra) se ve que el castro de Baroña no tiene influencias romanas.
El acceso al lugar es fácil, hay una zona para aparcar al lado de un bar y es un corto paseo que resulta muy agradable especialmente en días soleados y con unas vistas espectaculares de la zona, no olvidarse la cámara de fotos porque en días despejados es un paisaje digno de fotografiar.
Muy cerca de Baroña se pueden visitar las dunas de Corrubedo, el dolmen de Axeitos y el pueblo de Noia con sus lápidas gremiales.
Buen viaje!
Xanina