(dpa) – Preferentemente llevar más medicinas de las necesarias y también mejor controlarse más seguido. Estas son las reglas más importantes para diabéticos durante viajes largos y extendidos, explica la asociación alemana de ayuda para diabéticos.
Porque el agotamiento durante los viajes puede ocasionar que el nivel de azúcar en sangre se descontrole. Un entorno poco habitual, una nueva zona horaria o un vuelo implican estrés para determinadas personas. De esta manera sube el nivel de azúcar en sangre y, con él, la dosis necesaria de insulina.
En cambio, durante una caminata extensa o en las montañas puede pasar por el contrario que los diabéticos precisen claramente menos insulina.
El clima tropical frecuentemente empeora la tolerancia a la glucosa. Por eso, los valores glucémicos suben más fuertemente luego de las comidas que en la propia casa.
Por lo general, los expertos recomiendan a los viajeros con diabetes que empaquen entre el doble y el triple de la cantidad de medicamentos que estiman que necesitarán. De esa forma, estarán preparados para cualquier eventualidad.
Lo ideal para transportar la insulina es un bolso térmico. Pero cuidado: en el equipaje de mano solamente pueden llevarse medicamentos y accesorios como inyecciones con confirmación de un médico.
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