Durante los últimos años millones de venezolanos han huido de su país de manera masiva. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística de Venezuela para enero de 2018 ya se contabilizaban alrededor de 4 millones de ciudadanos que habían abandonado el territorio nacional.
La fuerte crisis económica, política y social que atraviesa el país los obliga a renunciar a todo: familia, propiedades, amigos, trabajo. Todo esto lo dejan de lado y se aventuran a empezar de cero teniendo de frente un futuro totalmente incierto y sin ninguna garantía de éxito en el extranjero.
A algunos se les escucha decir: “yo no me fui, a mí me botaron”. Ciertamente la problemática que atraviesa Venezuela no les deja opción. La mayoría de los ciudadanos que emigran de este país lo hacen por necesidad, bien sea por falta de medicinas, o porque no les alcanza el sueldo ni siquiera para comer dignamente, o porque le tienen “terror” a la inseguridad desbordada que hay en su país. Por lo tanto, dogmáticamente hablando, quienes toman la valiente decisión de pisar el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía lo hacen porque no tienen otra alternativa. En muchos casos se trata de una decisión “de vida o muerte”.
Sin embargo, en los últimos tres años olas de venezolanos han salido de su país como quien huye de una plaga. El aeropuerto se convirtió en un mar agónico de desesperanza, de lágrimas y de adioses indefinidos. Entre 2015 y 2017 la migración de venezolanos a todas partes del mundo se incrementó en 132%. Y es que aunque parezca arriesgado emigrar del país que te vio crecer, más arriesgado pareciera quedarse.
Según el informe denominado: Tendencias Migratorias Nacionales en América del Sur publicado en febrero de 2018 por la Oficina Internacional de Migraciones (OIM), la mayoría de los migrantes venezolanos se dirigen a Colombia, Estados Unidos y España. Estos son los tres destinos donde se registra mayor número de venezolanos siendo Colombia el primero, Estados Unidos el segundo y España el tercero.
Nada más en España en el 2015 se registraba un total de 165.895 venezolanos residentes en territorio español y para el 2017 se registró un total de 208.333 venezolanos. Esta última cifra por supuesto ha incrementado considerablemente en los últimos meses de 2018.
El informe también sostiene que además de Colombia, Estados Unidos y España, los otros países donde emigran mayor número de venezolanos son: en cuarto lugar Chile con un total de 119.051 venezolanos, seguidamente Argentina con 57.127 venezolanos, Italia con 49.831, Ecuador con 39.519, Panamá con 36.365, Brasil con 35.000, México con 32.582, Perú con 26.239, Portugal con 24.603, Canadá con 18.608, Costa Rica con 8.892 y finalmente Uruguay con 6.033 venezolanos. Estas cifras datan de censos realizados durante el 2017 y por ende los números han incrementado durante el 2018. Sin embargo la tendencia migratoria sigue siendo exactamente la misma y estos son los países donde los venezolanos se dirigen más frecuentemente.
Si se comparan las cifras esbozadas en este informe de Tendencias Migratorias Nacionales en América del Sur entre el 2015 y el 2017 se confirma una explosión en los movimientos de los venezolanos hacia otros países. Según esos datos, alrededor de un 12% de la población venezolana (4 millones de migrantes) se han ido de Venezuela en los últimos tres años.
Lo realmente triste de esta historia es que según la encuestadora venezolana Datanálisis, el perfil de la mayoría de los venezolanos que emigran consiste en: «Personas jóvenes (ubicadas entre los 18 y 35 años), profesionales y tenedores de capital cuya contribución al PIB del Estado es la mayor».
En pocas palabras, de Venezuela se está fugando masivamente el talento y se está escapando la juventud profesional y capacitada que es precisamente la que hoy en día es imprescindible para reconstruir ese país próspero que en los años 70 y 80 era el paraíso de América Latina.
S.A.P