Mucho ha pasado en Venezuela desde que comenzó el año 2019 y todavía estamos en el primer trimestre del año. Pareciera que finalmente este será el momento que pondrá fin a la tiranía de 20 años de chavismo. Veinte años que sólo se resumen en miseria, represión y sufrimiento.
Sin embargo, un nuevo horizonte empieza a deslumbrarse con Juan Guaidó a la cabeza. Una persona que ha llegado para darle un aire distinto al panorama político venezolano. Un joven valiente que tiene un discurso fresco, acertado y que definitivamente no se parece en nada a esos políticos “dinosaurios” a los que estábamos acostumbrados.
La situación actual es de tensión absoluta. El fin de semana pasado el monstruo de Miraflores volvió a confirmarnos que lamentablemente la salida a esta tortura no puede ser pacífica. Y es que cada acto pacífico de la oposición ha sido reprimido una y otra y otra vez por el narcogobierno que usurpa en estos momentos la presidencia de Venezuela.
Por lo tanto, pareciera que la única opción que queda sobre la mesa es una intervención extranjera.
Y precisamente hablando de poner todas las opciones sobre la mesa, ante la negativa de Nicolás Maduro de aceptar la entrada de la Ayuda Humanitaria, y más profundamente, ante su negativa de aceptar que el pueblo venezolano y la comunidad internacional no lo quiere; hoy el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence; el presidente colombiano, Iván Duque y el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, sostuvieron una reunión en Bogotá como parte de la cumbre del Grupo de Lima, cuyo tema central fue el estrechamiento del cerco diplomático al régimen de Nicolás Maduro.
En este sentido, el presidente colombiano Iván Duque abrió la reunión pidiendo un aplauso para el venezolano Juan Guaidó y ratificándole su apoyo absoluto ante la complicada tarea que tiene en sus manos.
«Quiero expresar el profundo honor de tener hoy acá, vinculándose al Grupo de Lima, al presidente Juan Guaidó. Estamos reunidos acá para mostrar que hay un sentimiento grande en la región de multilateralismo. Estamos demostrando que hay una gran coordinación cuando se trata de atender a un pueblo flagelado por la más vergonzosa expresión del odio. Hoy mostramos que la diplomacia es más fuerte que las amenazas o los discursos bravucones. Hoy estamos poniendo las cosas en la claridad que merecen: la situación que vive Venezuela no es un dilema entre guerra y paz, estamos acá porque el verdadero dilema es la continuación de la tiranía o el triunfo de la democracia, de los DDHH, de las libertades», puntualizó Iván Duque.
Posterior a la intervención del presidente de Colombia, tomó la palabra el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó y destacó que una Venezuela santuario de terroristas es un riesgo para todo el continente.
«Hoy el régimen de Maduro cree que negando la entrada de ayuda humanitaria va a perpetuar en el poder. Es el momento de actuar pues una Venezuela santuario de terroristas es un riesgo para la región», precisó Guaidó.
Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, expresó su total solidaridad y apoyo a Juan Guaidó y afirmó que ha llegado el momento de rescatar la democracia en Venezuela.
«Este es un tiempo crítico en la causa por la libertad de Venezuela. A usted, presidente Guaidó, un mensaje del presidente Trump: estamos con usted al 100 por ciento. El tirano en Caracas bailó mientras sus secuaces quemaban camiones llenos de alimentos y medicina, pero el presidente Trump me pidió que le dijera que sí, que estamos con ustedes 100%, estamos de pie con ustedes y seguiremos apoyándolos hasta que la democracia y la libertad sea restaurada. Ya no hay vuelta atrás», sentenció Pence.
Igualmente, el vicepresidente resaltó que la violenta represión del sábado durante el bloqueo de la ayuda humanitaria sólo ha reforzado la resolución de Estados Unidos de respaldar a la oposición que lucha para restaurar el orden democrático en Venezuela.
Vale destacar también que este lunes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció mediante un comunicado, que han emitido nuevas sanciones contra altos funcionarios del chavismo, entre las que destacan bloqueo y congelación de cuentas. Así, los nuevos funcionarios sancionados fueron: el gobernador del estado Apure, Ramón Carrizales, el gobernador del estado Vargas, Jorge Luis García Carneiro, el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava y por último el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto.
Esto sin mencionar que, en las últimas horas, las Fuerzas Armadas estadounidenses han venido realizando un mayor número de vuelos de reconocimiento en el espacio aéreo internacional frente a las costas de Venezuela con el objetivo de recopilar información clasificada y crítica sobre el régimen de Maduro. Esto lo informaron dos funcionarios de la defensa de Estados Unidos y fue confirmado por el senador Marco Rubio a través de su cuenta de Twitter.
En pocas palabras, pese a la indignación, impotencia y frustración que pudo haber producido ver esas imágenes de camiones de ayuda humanitaria quemándose; ese acto soberbio, sádico y egoísta terminó de hundir al usurpador Nicolás Maduro ante los ojos de la comunidad internacional, y sobre todo, ante aquellos países que aún permanecían distantes y neutros ante el conflicto venezolano.
No ha quedado la menor duda de que en Venezuela reina una tiranía genocida que no se acabará por la vía pacífica porque lamentablemente Nicolás Maduro y su círculo gobernante están dispuestos a hacer “lo que sea” para evitar su salida del poder. Y la razón es muy simple: todos ellos están en la mira, la comunidad internacional conoce muy bien su historial, y si ellos caen, saben perfectamente que les tocará cárcel de por vida.
No obstante, hagan lo que hagan, no podrán detener la fuerza y el cansancio de un pueblo que clama a gritos libertad y democracia. Las horas están contadas y la justicia más temprano que tarde les llegará.