La llegada de Hugo Chávez Frías a la presidencia de Venezuela el 6 de diciembre de 1998 fue, sin lugar a duda, el inicio de la propagación de una peste llamada “chavismo” que destruyó la Venezuela próspera y pujante que hasta ese momento había existido.
Con la llegada de la tan aclamada “Revolución Bolivariana” en 1998 se impone en la nación una ruptura radical de la democrática que existía en el país. Muchos ciudadanos, motivados por el malestar generado de los gobiernos anteriores, creyeron que Chávez sería ese héroe que encabezaría la reconstrucción de Venezuela y sanearía la corrupción.
No obstante, Chávez desde sus inicios, supo sembrar la discordia entre los venezolanos con su peculiar manera de entender el juego político. Era muy sencillo de concebir: “el que pensaba distinto era simplemente un enemigo, un traidor a la patria que había que liquidar”.
Por lo tanto, a partir de ese momento, se fue esparciendo en el país una semilla de resentimiento que dividiría a toda la población hasta el día de hoy. Es así como Venezuela se fue convirtiendo de manera gradual en un estado hegemónico que invadió hasta los más pequeños resquicios de la vida pública y privada.
Además, Chávez nunca perdió tiempo para imponer su visión. Desde que asumió las riendas de la nación petrolera en 1999, implantó una serie de medidas bruscas que empezaron mediante la nacionalización de empresas, cambiando la Constitución, el nombre del país, su bandera, el escudo nacional y hasta el huso horario.
Por otro lado, cuando Hugo Chávez llegó al poder la producción petrolera de Venezuela estaba en la cúspide, en pleno apogeo. El barril de petróleo se cotizaba por las nubes y la economía de Venezuela prometía ser la más estable de toda Latinoamérica. No obstante, debido a la mala gestión de los recursos, a las regalías a otros países y la poca inversión, a finales del 2002, una huelga liderada por trabajadores, empresarios y contratistas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) paralizó la vital industria. El paro se prolongó hasta febrero del 2003 y derrumbó la producción petrolera, golpeando con fuerza a la economía.
Sin embargo, a pesar del malestar que ya se palpaba en Venezuela para aquel momento, Chávez salió victorioso para un nuevo período presidencial en el 2007, en el cual, declaró que Venezuela se convertiría en un verdadero estado socialista.
Ya a partir de este segundo período presidencial las medidas establecidas por Chávez empezaron a endurecerse cada vez más y fue acusado regularmente de querer suprimir la libertad de expresión y de ejercer un poder absoluto.
Entre los hechos históricos más relevantes de este segundo período presidencial fue el cierre del reconocido canal Radio Caracas Televisión (RCTV), cuando Chávez arbitrariamente decidió no renovar la concesión del canal privado, de tendencia opositora. Esta medida, fue sin duda, el comienzo del control absoluto que el expresidente quería imponer sobre los medios de comunicación.
Ese mismo año, con la población desencantada por una escasez de alimentos, Chávez presentó una nueva propuesta para reformar la Constitución que ampliaba los poderes del Estado y permitía la reelección presidencial sin límite, pero perdió por 120.000 votos. Sin embargo, dos años más tarde logró su objetivo con la aprobación de una propuesta de enmienda que le permitió postularse a la presidencia por tercera vez consecutiva.
Igualmente, a partir de ese momento, Chávez fortaleció la cooperación con sus aliados de izquierda como Bolivia, Ecuador, Nicaragua y sobre todo Cuba. Hizo de los dos otros poderes sus aliados cercanos, ejerciendo gran influencia en la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía.
Ahora bien, todo lo mencionado anteriormente tiene que ver con las medidas políticas. Pero no podemos dejar de lado las medidas económicas que Chávez estableció durante su mandato. Una de las más resaltantes fue el decreto de un control cambiario que venía acompañado del control de precios de una larga lista de productos de consumo masivo.
Además, en junio del 2010 el entonces presidente, estableció un tercer tipo de cambio fijado por los precios de los bonos que determinaba el Banco Central de Venezuela (BCV) y por su cotización en el mercado internacional, luego de ordenar la suspensión del mercado paralelo de divisas.
Todo esto por supuesto fue destruyendo la economía venezolana paulatinamente. Pero como si esto no fuese suficiente, Chávez decidió arbitrariamente destinar gran parte de los recursos de la exportación de petróleo a “ayudar” a los países aliados, lo que conllevó a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a reducir sus ganancias y aumentar su endeudamiento.
Por otro lado, Chávez también se hizo famoso por la cantidad tan abrupta de expropiaciones que llevó a cabo, simplemente porque le apetecía. El expresidente durante todo su mandato expropió ilegalmente cientos de empresas, financieras, propiedades y productoras.
Fue así como la próspera economía venezolana fue hundiéndose lentamente y la inflación fue aumentando cada día sin descanso.
Ya en el año 2012, y a pesar de todo el declive social, político y económico que ya había en Venezuela, el fundador de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, logró nuevamente una contundente victoria en las elecciones presidenciales al obtener el 55 por ciento de los votos y más de dos millones de sufragios de ventaja sobre el opositor Henrique Capriles.
No obstante, Chávez se vería impedido de ejercer la presidencia poco tiempo después debido a un cáncer terminal que fue confirmado por el mismo presidente en cadena nacional el 9 de diciembre de 2012. Durante dicha cadena, que algunas personas la asumen como una despedida, Chávez anunció que había sufrido una recaída del cáncer que le fue diagnosticado en 2011 e informa que partirá a Cuba para someterse a tratamiento. Asimismo, manifiesta su voluntad de que, en caso de no lograr recuperarse, fuese sucedido por Nicolás Maduro.
El 5 de marzo de 2013 Maduro, acompañado del alto Gobierno, anuncia el fallecimiento de Chávez tras no lograr recuperarse del cáncer y se convocan nuevamente elecciones para el 14 de abril de 2013.
En dichas elecciones Maduro logra una muy cuestionada “victoria” sobre Henrique Capriles al obtener una ventaja menor al dos por ciento (unos 230.000 votos) e inmediatamente Capriles denuncia que ha habido fraude electoral.
Si quieres leer la tercera parte de esta historia, te la contaremos en el siguiente análisis: “Venezuela 2013/2019: El declive económico desde la llegada de Nicolás Maduro”, no te lo pierdas.