Cannes, 18 may (dpa) -¿Será el año del japonés Hirokazu Kore-eda en Cannes? ¿Conseguirá Jean-Luc Godard la Palma de Oro, esa que no tiene y que hace unos años dijo que el festival se la podía meter donde le cupiese? ¿Se decantará el jurado por el vuelo que toman nuevas miradas en el cine como el polaco Pawel Pawlikowski o la italiana Alice Rohrwacher?
En el Festival de cine de Cannes, que mañana sábado cierra su 71 edición, son varias las propuestas que puntúan con fuerza para entrar en el palmarés, como es el caso de «Lazzaro felice», de Rohrwacher, por su mágica forma de cuestionar la sociedad actual con una fábula sobre la bondad.
De ganar la Palma de Oro, sería la segunda mujer en conquistarla tras la australiana Jane Campion («El piano») en 1993, aunque en aquella ocasión fue exaequo con «Adiós a mi concubina», de Chen Kaige.
Asismo, en los 71 años de historia del certamen tan sólo dos mujeres han sido distinguidas con el premio a la mejor dirección: Sofia Coppola el año pasado («The Beguiled») y la rusa Yulia Solntseva en 1961 («La epopeya de los años de fuego»).
La de este año ha sido una edición con numerosos trabajos mostrando los marginados de la sociedad actual, como es el caso también de «Shoplifters», del japonés Hirokazu Kore-eda, o de «Dogman», del italiano Matteo Garrone, que tuvieron una buena acogida.
Kore-eda, que compite por quinta vez, se había llevado el premio del jurado con «De tal padre, tal hijo» (2013), mientras que Garrone, que en octubre cumple 50 años, ya cuenta con dos Grandes Premios del jurado por «Reality» y «Gomorra», ambas inspiradas también en hechos reales.
También fue ovacionada la defensa de los que luchan contra la destrucción de puestos de trabajo en la francesa «En Guerre», de Stéphane Brizé y se recibió con entusiasmo el virtusismo cinematográfico de Pawlikowski en la hermosa historia de amor «Cold War», por lo que muchos consideran que será premiada de alguna forma.
Asimismo entre las películas que más emocionaron también destacan el drama chino «Ash is Purest White», de Jia Zhangke, y la coreana «Burning», un cuento de Haruki Murakami que el coreano Lee Chang-dong convierte en drama. El cineasta coreano compite por tercera vez en Cannes, y la última se llevó el premio al mejor guión (“Poetry”, 2010).
Cabe recordar que los dos directores que no pudieron asistir al certamen debido a que la autoridades de sus respectivos países lo impidieron: el ruso Kirill Serebrennikov («Leto») y el iraní Jafar Panahi («Three faces») contaron con el aplauso de la crítica, a la que el legendario director franco-suizo Godard consiguió dividir con «Le livre d’image».
El jurado presidido por la actriz australiana Cate Banchett también lo tiene difícil para escoger las mejores interpretaciones y eso que varias películas cuentan con actores no profesionales. Entre ellos destaca el niño sirio Zain Al Rafeea, que ha sorprendido en el drama de Nadine Labaki «Capernaum».
El protagonista de «Dogman», Marcello Fonte, brilla dando vida a un hombre ingenuo que busca ser respetado, mientras que el triángulo protagonista de «Todos lo saben»: Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín bordan el drama del iraní Asghar Farhadi.
Todas estas conjeturas se realizan sin que se haya mostrado todavía «The Wild Pear Tree», la película con la que el turco Nuri Bilge Ceylan aspira a su segunda Palma de Oro.
Blanchett y su jurado darán a conocer su decisión mañana, antes del estreno mundial de «El hombre que mató a Quijote», de Terry Gilliam.
Por María Luz Climent Mascarell (dpa)