Una mesa helada es todo lo que queda en el jardín del amor.
Una mesa helada en la que no hay rastro de pasión.
Una mesa vacía sin risas ni gente que se detenga sin prisas.
Al fondo rompen las olas del mar.
Los pájaros ya no vuelan a casa.
En una mesa helada no hay pasión, sueños o amor.
Los sueños se han ido, el sol hoy no ha salido.
Una mesa helada en la oscuridad del día, entre brumas y nieblas de soledad.
Una mesa helada es todo lo que queda junto a la orilla del mar.
Las olas rompen contra las rocas…
El mar borra las huellas y limpia los corazones de la arena
El invierno ha llegado para quedarse
En esa mesa helada solamente se puede observar soledad
Bajo esa capa de hielo quizás se hayan congelado los sueños
Una mesa helada, sin dueños.
G.Bernet