(dpa) – Crujen, brillan y son peligrosas: las cintas de regalo son uno de los cuerpos extraños filiformes más comunes que suelen tragarse los gatos.
Si bien los felinos pueden jugar con la cinta, solo es conveniente que lo hagan bajo una estricta vigilancia, recomienda la veterinaria Sabine Schroll en la revista alemana «Ein Herz für Tiere» (edición 12/2019).
Y la advertencia tiene una razón seria: si la cinta con bordes cortantes llega al intestino del gato, puede causar allí graves lesiones.
Por lo tanto, es imprescindible que los dueños de gatos presten atención a que tras el juego vuelvan a guardar la cinta de manera segura para que no caiga en las garras de los felinos.
Asimismo en Navidad es mejor que los dueños de gatos no envuelvan los regalos con cintas o, si lo hacen, que después vuelvan a dejarlas fuera del alcance de su mascota.