Washington, 17 oct (dpa) – El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió a Turquía que comparta cualquier grabación de audio o video en su poder relacionada con la desaparición del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi.
Trump dijo que preguntará a su secretario de Estado, Mike Pompeo, inmediatamente a su regreso de Turquía, por esas pruebas, «si existen», matizando luego que es probable que sí existan.
El mandatario se mostró convencido, sin dar detalles, de que antes de final de la semana se sabrá lo ocurrido con el periodista.
Trump no respondió a la pregunta de si Estados Unidos envió a miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI) a investigar el caso, pero destacó que Khashoggi no era ciudadano estadounidense. El periodista crítico con la casa real saudí vivía desde el año pasado en Estados Unidos por miedo a represalias por sus críticas y escribía una columna en «The Washington Post».
Trump describió también a Arabia Saudí como un «importante aliado en Oriente Medio» en la lucha contra el terrorismo o la cuestión iraní, destacando sobre todo que el país encargó equipo militar a Washington por 110.000 millones de dólares. Sin embargo, se defendió de las acusaciones de proteger a los saudíes en el caso y aseguró que quiere saber lo que ocurrió en el consulado saudí en Estambul.
Khashoggi desapareció el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul donde acudió a recoger unos documentos para casarse con su prometida turca. Desde entonces no hay rastro de él. Las autoridades turcas creen, según medios turcos, que fue asesinado en el consulado por un comando desplazado especialmente desde Arabia Saudí, aunque no han presentado una acusación oficial.
El diario «The Washington Post» informó que representantes del Gobierno turco aseguraron a sus homólogos estadounidenses tener grabaciones de audio y video comprometedoras del consulado. Arabia Saudí rechaza las acusaciones y asegura no tener conocimiento de lo que ocurrió con Khashoggi.
Trump se remitió en los últimos días a los desmentidos de la casa real saudí y sobre las eventuales grabaciones se limitó a decir que no sabe si existen, aunque «probablemente sí». Su existencia, sin embargo, podría ser comprometedora para Turquía, que se enfrentaría a la necesidad de dar explicaciones sobre cómo accedió a sonidos o imágenes de una legación diplomática en su territorio, dejando al descubierto un eventual espionaje.