España cuenta con uno de los sistemas de salud pública más prestigiosos del mundo. Mucha gente cree que esto es en realidad parte de la marca España, algo de lo que sentirse verdaderamente orgulloso, como también lo es el hecho de que nuestro país encabeza los rankings mundiales en cuanto a donación de órganos.
Este potente sistema de salud pública, unido a otras variables como el clima benigno, la dieta y el estilo de vida más sano que en otros países occidentales han conseguido que España sea uno de los países del mundo en el que la esperanza de vida es más alta.
No obstante, a pesar de que la sanidad pública en España goza de mucho prestigio, en los años de crisis económica los recortes han animado a mucha gente a interesarse por los seguros privados de salud. En este sentido, son muchas las compañías que ofrecen seguros de salud, de modo que su precio va a depender de varios factores: la edad de los asegurados, su estado de salud, las coberturas que se contraten…
Prestar atención a todos estos parámetros es interesante porque de ese modo se puede ahorrar en el precio a pagar. A continuación os mostramos algunos consejos interesantes para ahorrar en este concepto.
Comparar precios, condiciones y coberturas de salud
Una práctica imprescindible a la hora de elegir seguro de salud es comparar entre diferentes compañías. Aquí no solo ha de tenerse en cuenta el rpecio, sino también las coberturas que ofrece cada aseguradora. No siempre un seguro más económico es sinónimo de gastar menos, pues a veces los copagos obligan a pagar más facturas.
Un buen modo de ahorrar dinero con el seguro es acudir a comparador seguros salud. En el comparador de seguros médicos Ofertas10 Salud encontramos las ofertas más atractivas de las principales compañías aseguradoras. Además, el comparador de seguros de salud Ofertas10.com muestra una calculadora de seguro para localizar las tarifas más apropiadas a cada situación.
Condiciones de cancelación y copagos
Son dos de los aspectos más relevantes y debemos tenerlos muy en cuenta. Cuando alguien contrata un seguro de salud lo hace pensando es que no va a anularlo, sin embargo, conocer las condiciones de cancelación es importante. Normalmente, es necesario avisar con dos meses de antelación y es posible que, en caso de tener que cancelar este seguro, la compañía exija el pago completo de la póliza si no se ha avisado de esta situación.
Con respecto a los copagos, aunque ya lo hemos mencionado anteriormente, debemos decir que pueden ser un verdadero quebradero de cabeza. En ocasiones, algunas compañías ofrecen tarifas muy económicas que llevan una letra pequeña asociada. Y esta letra pequeña no es otra cosa que los copagos, esto es, servicios que no están incluidos en la póliza, o bien coberturas que tienen límites, como el número de consultas y las pruebas médicas.
Contratar únicamente lo que se necesita
El punto anterior nos lleva irremediablemente a este. A la hora de contratar un seguro médico de salud, y teniendo en cuenta que en España la Seguridad Social cubre muchas necesidades, debemos centrar nuestra mirada únicamente en esos servicios para los que realmente queremos una atención más personalizada y olvidarnos de esos servicios que no se van a usar. Un ejemplo claro, si no hay niños pequeños en casa, ¿qué sentido tiene que los servicios de pediatría estén incluidos?
Mucho ojo con el periodo de carencia
El periodo de carencia es el tiempo que, de manera obligatoria, tiene que pasar desde que se contrata el seguro de salud hasta que se puede hacer uso de determinados servicios.
Si un paciente necesita imperiosamente someterse a un tratamiento médico y la compañía obliga a un periodo de carencia determinado, quizás el paciente no pueda esperar tanto tiempo. Los periodos de carencia no son iguales en todas las compañías.
Las ofertas, un arma de doble fila
Debido a las múltiples compañías que operan con servicios de salud, la competencia es myy alta y esto es una buena noticia para el cliente, porque intentan atraer su atención por el lado de los precios y las ofertas.
Sin embargo, estas ofertas pueden ser un arma de doble filo. Hay que prestar atención a la letra pequeña y valorar cuestiones como la permanencia, las coberturas, las limitaciones o el periodo de renovación, entre otros aspectos.