En estos últimos meses las fuertes lluvias han azotado y destruido cientos de hogares en todas partes del mundo. El pasado fin de semana le tocó el turno a la isla de Trinidad y Tobago. El primer ministro del país, Keith Rowley, declaró ayer que el país caribeño se encuentra en un estado de «desastre nacional» debido a las intensas lluvias que han provocado que miles de personas queden desamparadas.
En este sentido, Rowley, señaló durante una rueda de prensa que se dirigirá al consejo de ministros para que apruebe una ayuda económica de emergencia para asistir a los afectados.
«Nos aseguraremos de que el dinero se distribuirá de manera efectiva y lo más rápido posible para los más necesitados», afirmó el Primer Ministro de Trinidad y Tobago.
Mientras tanto, decenas de vídeos se difunden en las redes sociales en donde se aprecia a ciudadanos encaramándose a los tejados de sus residencias para evitar ser arrastrados por las inundaciones provocadas por las lluvias caídas los últimos cuatro días.
Algunas de las zonas más afectadas son el área de Saint Helena/Kelly y Sangre Grande.
Por su parte, el arzobispo católico Jason Gordon solicitó a los feligreses a que donen agua y comida para repartirla en las parroquias para esas personas que estén buscando refugio.
Además, la aerolínea local, Caribbean Airlines, informó a través de un comunicado este lunes que debido a las condiciones del tiempo los viajes continúan interrumpidos en los Aeropuertos internacionales Piarco y Arthur NR Robinson.
Soraya Andreina Pérez