Decirle adiós al verano, especialmente en el norte de España, es un tanto deprimente. No es fácil asimilar que los pocos días de sol ya han finalizado y el bikini para ir a la playa se guardará en el clóset hasta el próximo año. Sin embargo, todas las estaciones del año tienen su encanto, y cada una está hecha para apreciar paisajes y visitar lugares diferentes.
Cuando se va el sol y llega el otoño, la naturaleza nos sorprende de una manera sublime tiñendo el paisaje de una gama innumerable de colores. En este post te sugeriré, tres lugares de España que no puedes dejar de visitar en esta época del año.
Empecemos por casa, y es que si vives en Asturias lo tendrás muy fácil, y si eres de otro sitio de España, merece la pena que pases unos días por el Bosque de Muniellos.
El Bosque de Muniellos es una reserva natural situada en el suroccidente de Asturias, entre los concejos de Ibias y Cangas del Narcea, cuyos paisajes y naturaleza prácticamente virgen, te dejarán sin aliento.
En este lugar se pueden observar antiguos circos glaciares y numerosos arroyos que se deslizan torrencialmente a sus lados. Encontrarás famosas lagunas que se esconden entre sus valles, senderos y cimas imponentes. La visita a las lagunas: La Peña, Grande, Fonda y La Isla conforman uno de los recorridos de máximo interés entre los amantes del senderismo.
No obstante, y a pesar de que este bosque se puede visitar en cualquier época del año, otoño es la época favorita de muchos debido a la diversidad de colores, que van del verde al rojo pasando por cientos de matices de amarillo, ocre y marrones, que se pueden observan durante esta estación.
Además, hay una diversidad infinita de árboles de todos los tamaños y formas que te harán sentir como en un paraíso.
Otro lugar que vale la pena visitar durante el otoño es el Hayedo de Tejera Negra, ubicado en la provincia de Guadalajara en Castilla-La Mancha.
Este hayedo es reconocido en toda España por ser el que se encuentra más al sur de Europa, y durante el otoño se cubre de cientos de tonalidades de ocre y rojo, además de llenar sus suelos de setas. El sitio posee unos paisajes de cuentos, en donde crecen robles melojos, pinos silvestres, tejos, acebos y abedules por todas partes.
Para los fanáticos de la fotografía, el Hayedo de Tejera Negra será absolutamente inolvidable.
Asimismo, en el Hayedo existen dos rutas muy famosas para recorrer en esta temporada del año, señalizadas con paneles interpretativos y balizas para realizar a pie, que son: la Senda de Carretas y la Senda del Robledal. Sin embargo, ambas rutas no son aptas para personas con discapacidad, ya que, están en estado natural y su orografía puede ser difícil de transitar para personas con movilidad reducida.
Finalmente, pero no menos espectacular, no dejes de visitar la Sierra de Aralar, ubicada en el País Vasco y Navarra.
La Sierra de Aralar es un gran macizo kárstico, repleto de paisajes rocosos, valles ciegos, colinas y multitud de simas y cuevas. En su superficie terrestre el panorama es un prado siempre verde, colmado de hayedos que cambian de color en cada estación, pero especialmente en otoño.
En esta sierra se encuentra la mayor extensión de “tejos” de toda Navarra. Las cotas altas están ocupadas por las praderas de montaña, debido a la gran tradición pastoril que existe en la zona.
En este inigualable edén, podrás conocer infinidad de ríos, explorar la historia en sus dólmenes y hacer asombrosas fotos a las hayas, robles y avellanos que cubren el terreno.
Por lo tanto, si piensas que el fin del verano es también el fin de la diversión, estás equivocado. Aprovecha y atrévete a conocer estas maravillas de la naturaleza que sólo en otoño podrás disfrutar a plenitud.
Soraya Andreina Pérez